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Católicos anticatólicos

Desde el inicio de las recientes sesiones Cairo+5, en las Naciones Unidas, para revisar el Programa de Acción de la Conferencia de El Cairo sobre la Población y el Desarrollo (1994), una de las organizaciones presentes ha lanzado una dura ofensiva contra la presencia vaticana en la misma. Se trata de Católicos por el Derecho a Decidir, polémicos sobre las tesis de la Iglesia católica en materia de moral familiar. Desde hace tiempo, CDD ha lanzado una campaña para que el Vaticano pierda su posición de miembro observador ante la ONU. Una coalición de unas setenta ONGs pidieron al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, una revisión oficial del estatuto de la Santa Sede en el seno de las Naciones Unidas. En la lista de estas ONGs, se encuentra un amplio número de organizaciones feministas, así como de instituciones dedicadas a la promoción del aborto, que consideran peligroso el influjo del Vaticano en los foros internacionales, y aseguran que es inaceptable el éxito que la Iglesia ha tenido en la lucha contra el aborto.

CDD nació en 1970 para contrarrestar la oposición de la Iglesia a una ley permisiva sobre el aborto en Nueva York. Tras la legalización del aborto por parte de la Corte Suprema estadounidense, en 1973, se afilió a la Coalición Religiosa a favor del Derecho al Aborto. CDD asegura que es posible definirse católico y apoyar la legalización del aborto. Sus convicciones se extienden también a la moral sexual. De este modo, aseguran que las relaciones heterosexuales y homosexuales son moralmente válidas. Una de sus publicaciones incluye un ritual religioso para el aborto. En otra, se incluyen liturgias para la reproducción responsable u oraciones para una mujer que acaba de tener un aborto. Obviamente, no se pide perdón, sino que más bien se justifica el asesinato del niño no nacido. Estos rituales están penetrados tanto por el veterofeminismo radical como por elementos de la New Age.

Para evitar todo equívoco suscitado por la autodenominación católica de la organización, en noviembre de 1993 la Conferencia Episcopal Norteamericana declaró que Católicos por el Derecho a Decidir no es una organización católica auténtica, y explicó que no tiene ninguna relación con la Iglesia. En julio de 1997, la Conferencia Episcopal de Brasil hizo una declaración muy parecida.