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La cultura de la exclusión

Hace algunos años FETE-UGT recibió en su sede de Madrid a los profesores de Religión para unas jornadas de estudio sobre su situación laboral. Entonces, con los socialistas en el Gobierno, veían con comprensión la situación de estos profesores. Ahora, cuando parece que la situación de estos profesores empieza a normalizarse tras el acuerdo con el Ministerio de Educación y Cultura, la organización sindical FETE-UGT ha enviado a los centros educativos públicos un escrito en el que prenteden denunciar una supuesta , rechazando la normalización laboral que acaban de alcanzar cerca de 13.000 profesores de Religión. Como entonces, los profesores de Religión son los que son y siguen en la escuela por los mismos motivos. ¿Qué le pasa ahora a la FETE-UGT?

Es positivo que discutamos de todo y podamos discrepar razonadamente sobre lo divino y lo humano. La libertad de expresión es uno de nuestros logros irrenunciables. Pero en el asunto del área de Religión en la escuela pública se ha llegado a un consenso institucional, ratificado en una legislación de rango constitucional que, nos guste o no, hay que aceptar y cumplir democráticamente.

Lo que pasa es que el texto en cuestión es un ejemplo de que hay gente que sigue anclada en la irracionalidad de los perjuicios y la ignorancia interesada. No les preocupa informar correctamente, sino manipular para dominar y para imponer una ideología.

Una organización que, por su finalidad, debe ser creadora de solidaridad entre los trabajadores, se convierte en un perverso mecanismo de exclusión de miles de trabajadores de la escuela pública.

Los problemas de la escuela pública no están en la asignatura de Religión, ni en el trabajo que realizan sus profesores. Quizá haya que buscarlos más en los planteamientos como los de FETE-UGT, que entienden la educación como dominación y confunden la cultura con una ideología dominante. Por eso es lógico que la existencia de los otros les moleste, y que busquen ir anulándolos hasta eliminarlos. A la postre, temo que esto venga a significar que a FETE-UGT no le gusta la libertad, la igualdad de oportunidades y el pluralismo, que son los valores superiores de nuestro ordenamiento jurídico.

Los profesores de Religión no dan catequesis en la escuela. Ésa es una de las manipulaciones a la que recurren y la ignorancia en la que les interesa permanecer. Los profesores de Religión son ciudadanos y trabajadores católicos, capacitados académica y profesionalmente como sus compañeros. Como docentes, trabajan con una forma de saber sobre el hombre, tan válida y necesaria como las demás formas de saber.

Entonces, ¿qué pasa? Parece que leer la Biblia en clase contamina la débil conciencia de los adolescentes; en cambio, leer El Manifiesto del Partido Comunista, no. Parece que lo que hace un profesor de Religión puede contaminar y adoctrinar a los pobres adolescentes; no así lo que hacen los demás profesores& A nadie se le pide que se niegue a estudiar la Religión y a nadie se le penaliza por no estudiarla; sí se ofrece a los creyentes y no creyentes que lo deseen la posibilidad de hacerlo, por los motivos que les muevan a ello, y nadie tiene derecho a censurarlos o prejuzgarlos. Estudiar Religión en la escuela pública es, ante todo, un ejercicio de libertad. Y, hoy por hoy, los alumnos de Religión son los que se sienten discriminados y piden que sus calificaciones, que obedecen a aprendizajes académicamente regulados, tenga validez a todos los efectos, y no se les desprecie una parte de su trabajo.

Los profesores de Religión creen en una escuela pública libre y plural para una sociedad libre y plural; FETE-UGT parece que cree en una escuela pública ideológicamente sectaria y controlada en una sociedad igualmente sectaria y controlada. En la medida en que la Iglesia ofrece y pide cooperar con el Estado en la calidad de la educación en la escuela pública, teniendo en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española (art. 16.3 de la Constitución Española, un texto que siempre mutilan en sus escritos FETE-UGT, CCOO, CEAPA, etc&), la Iglesia cree en una escuela pública de todos y para todos los ciudadanos. Al contrario, algunos quieren imponer un modelo de escuela pública de todos, porque tiene que ser pagada con el dinero de todos, pero excluyendo de ella a los ciudadanos que ellos decidan.

Excluir el área de Religión del curriculum, ¿aporta algún factor de calidad a la escuela pública? Excluir a cerca de 13.000 profesores de Religión, que vienen desarrollando su trabajo con profesionalidad, ¿aporta algún factor de calidad, de igualdad, de libertad y de pluralismo a la escuela pública?