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El Papa, al cumplir 24 años de pontificado, está decidido a continuar «hasta el final»

Juan Pablo II celebró ayer miércoles el 24 aniversario de su elección como Papa afirmando que permanecerá al frente de la Iglesia hasta «el final» y anunciando que seguirá viajando. Además, firmó la carta apostólica «Rosarium Virginis Mariae», que modifica sustancialmente el rezo de la pía oración al añadir cinco nuevos misterios a los quince ya existentes. Juan Pablo II quiso incidir en la importancia del Rosario y determinó que el período comprendido entre este mes y el próximo octubre de 2003 sea el «Año del Rosario», y negó que esta oración sea «poco ecuménica».

Ante veinte mil personas reunidas en la plaza de San Pedro del Vaticano y en el mismo día en que festejó trabajando su elección como 264 Pontífice de la historia de la Iglesia, Juan Pablo II no dejó lugar a dudas: con voz firme y fuerte afirmó que seguirá en el sillón de Pedro «hasta el final». «Durante mi reciente viaje a Polonia le pedí a la Virgen que me diera fuerza física y de espíritu para poder cumplir hasta el final la misión que ha encomendado el Resucitado», continuó. Estas mismas palabras las repito ayer, dando gracias a Dios por estos 24 años de pontificado», dijo Juan Pablo II, cuyas palabras fueron acogidas con grandes aplausos.

Ante una imagen de la Virgen del Rosario de la localidad italiana de Pompeya, de la que es muy devoto, Juan Pablo II, de 82 años, agregó que ponía en manos de la Madre de Dios «todos los frutos» de su vida y de su ministerio y que confiaba a Ella «la suerte de la Iglesia». «En TI confío, a TI una vez más declaro Totus Tuus ( Todo tuyo , el lema de su pontificado), y en este día especial pongo de nuevo en Tus manos mi futuro», agregó el Papa.

No va a dimitir

Con estas palabras, el Obispo de Roma, que presentaba buen aspecto, puso fin a las especulaciones sobre una eventual dimisión al frente de la cátedra de Pedro por motivos de salud. En los últimos meses se especuló con la posibilidad de que Juan Pablo II, debido al agravamiento de su salud, renunciase al papado y aprovechando su visita en agosto pasado a Cracovia se quedase en su Polonia natal. Se llegó a decir que incluso tenía preparada una casa en la localidad de Zakopane, cercana a Cracovia, la ciudad de la que fue cardenal y en la que pasó medio siglo de su vida. Las especulaciones adquirieron tal tono que el portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, se vio obligado a desmentir tal posibilidad, precisando que Juan Pablo II regresaría a Roma y que no tenía intenciones de renunciar. Juan Pablo II emprende el nuevo año de Pontificado mirando hacia adelante y presentando una notable mejoría en su estado de salud. Convencido de que es muy «bonito gastarse hasta el final por la causa del Reino de Dios», según sus palabras, sigue preparando nuevos documentos y viajes.

Ayer firmó en la plaza de San Pedro la carta apostólica (documento pontificio) «Rosarium Virginis Mariae», con la que ha introducido cinco nuevos misterios a los hasta ahora quince del Santo Rosario, a los que ha llamado «misterios de la luz» y que se rezarán los jueves. Esta carta supone la mayor renovación del Rosario en sus 800 años de existencia. Convencido de que el rezo del Rosario es bueno para la paz y la familia, también proclamó ayer el «Año del Rosario», que irá desde este mes hasta octubre de 2003. Por otro lado, el Pontífice rechazó las objeciones de quienes alegan que el Rosario es una oración poco ecuménica. «En realidad - respondió - , se coloca en el más límpido horizonte del culto a la Madre de Dios, tal como el Concilio ha establecido: un culto orientado al centro cristológico de la fe cristiana, de modo que mientras es honrada la Madre, el Hijo sea debidamente conocido, amado, glorificado». «Comprendido adecuadamente, el Rosario es una ayuda, no un obstáculo para el ecumenismo», aseguró el pontífice. «Mientras en la cultura contemporánea, incluso entre tantas contradicciones, aflora una nueva exigencia de espiritualidad, impulsada también por influjo de otras religiones, es más urgente que nunca que nuestras comunidades cristianas se conviertan en auténticas escuelas de oración , afirmó el Papa.

Respecto a los viajes, Juan Pablo II - que ha realizado 98 fuera de Italia y 142 dentro de ese país - aseguró hoy que «si Dios quiere» espera viajar de nuevo a Pompeya, a unos 300 kilómetros al sur de Roma para rezar ante la Virgen del Rosario. De momento se desconoce la fecha, pero lo que si se sabe es que no será el único que realice en los próximos meses. En primavera está previsto que viaje a Croacia, para una ceremonia de beatificación. No se descarta que en primavera viaje por quinta vez a España - a Madrid - para celebrar varias canonizaciones. Fuentes eclesiásticas españolas y del Vaticano han asegurado a Efe que los preparativos están «muy adelantados». Aunque se daba por hecho que a finales de enero de 2003 viajaría a Manila para el III Congreso Mundial de la Familia, un representante de la iglesia filipina aseguró que el viaje no se realizaría por su larga duración y el huso horario. Fuentes oficiales vaticanas precisaron que la agenda del Papa para los próximos meses «está abierta» y que todo dependerá de su salud.