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Fallece Rangel, el obispo que cerró el único cisma de la Iglesia en Iberoamérica

El obispo brasileño Licinio Rangel, líder del grupo de tradicionalistas que protagonizó el único cisma en la historia de la Iglesia Católica en Iberoamérica, murió el pasado lunes en la ciudad de Campos, según trascendió ayer. Rangel, según fuentes de la tradicionalista Administración San Juan María Vianney, citadas por el diario «Jornal do Brasil», murió a los 66 años en un hospital de dicha ciudad, víctima de un cáncer renal. El prelado fue sucesor del también fallecido obispo brasileño Antonio de Castro Mayer, quien fue separado de la plena comunión con Roma en 1998 junto con arzobispo francés Marcel Lefevbre por ordenar obispos sin la autorización del Vaticano. El obispo fallecido dirigió hasta agosto pasado, cuando se retiró por la enfermedad, una diócesis en la ciudad de Campos que congrega a unas 50 iglesias y 100 capillas en ciudades del norte del estado de Río de Janeiro. La congregación está compuesta por 26 sacerdotes y unos 28.000 laicos. El grupo, que durante veinte años estuvo en una situación canónica irregular, fue reconocido nuevamente por el Vaticano el 18 de enero pasado, cuando a Rangel le fue confiado el gobierno de la Administración Apostólica Sao Joao María Vianney, una jurisdicción acumulativa con la del Ordinario del lugar con derecho a sucesión y que depende exclusivamente del Santo Padre.

En una ceremonia en Campos en la que participó el prefecto de la vaticana Congregación para el Clero y de la Comisión «Ecclesia Dei», monseñor Darío Castrillón Hoyos, Rangel juró fidelidad al Papa, y el Vaticano confirmó a la unión sacerdotal el derecho a celebrar la Eucaristía y la liturgia de las Horas según el rito romano y la disciplina litúrgica codificados por san Pío V. El Pasado 18 de agosto fue ordenado obispo, en una ceremonia que contó con la presencia de Darío Castrillón, el también tradicionalista Fernando Areas Rifan, sucesor de monseñor Rangel al frente de la administración apostólica, que asegura así la continuidad del rito romano tradicional en Campos.