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La Iglesia afirma que Tamayo reincide en la herejía arriana

La Iglesia asegura que la visión de Cristo presentada por Juan José Tamayo, secretario de la «Asociación de Teólogos Juan XXIII», es una nueva versión de la herejía arriana. Además, los obispos estiman que las posturas del sedicente teólogo católico suponen un «rechazo de la Tradición de la Iglesia» y que éste ha demostrado una trayectoria «que le aparta de la comunión eclesial».

A través de su Comisión Episcopal para la Doctrina de la fe, la Conferencia Episcopal ha llamado la atención a Juan José Tamayo (a propósito de su libro «Dios y Jesús»), por carta remitida al teólogo. En ella se explicita que Tamayo «realiza su estudio según unos presupuestos insuficientes», tales como un «rechazo frontal de la Tradición de la Iglesia en sus definiciones cristológicas», una «selección arbitraria» e injustificada de pasajes del Nuevo Testamento «con el abandono expreso de otros» y una «interpretación de los mismos según criterios confusos». La carta explica además que la aportación del autor es una «versión renovada del antiguo error arriano: negación de la divinidad de Jesucristo, presentación de Jesús como un mero hombre, negación del carácter histórico y real de la resurrección, y de ésta como dato fundamental de la fe cristiana».

A este respecto, los responsables eclesiales afirman que las conclusiones a las que llega Tamayo son «incompatibles con la fe católica». Asimismo, y «ante la repetida comparecencia» de Tamayo en los Medios, la Comisión cree necesario «informar de que el citado autor carece de misión canónica para enseñar teología y no ejerce la docencia en ningún Centro Superior de la Iglesia».

«Advertimos cómo el autor, en los últimos años, ha seguido en sus publicaciones teológicas y manifestaciones públicas una trayectoria que le aparta de la comunión eclesial, lo cual es incompatible con la condición de teólogo católico», prosigue la nota, para finalizar recordando que la «Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII» carece de aprobación canónica y «no es, por tanto, una asociación de la Iglesia católica».