» Baúl de autor » César Vidal

Mein Kampf

La posibilidad de que «Mein Kampf» (Milucha), la obra fundamental de Hitler, pueda volver a publicarselegalmente en alemán ha provocado una áspera reacción en la naciónque albergó al III Reich. Para muchos, la libre impresión ydistribución de lo que se ha dado en llamar la Biblia del nazismoresulta absolutamente intolerable. Entre ellos se encuentranalgunas organizaciones judías que recuerdan, con amarguracomprensible, lo que fue el Holocausto y la manera en que éste vinopreparado por los discursos y escritos de Hitler. Semejante posturaes comprensible pero constituye una profun2da equivocación. «MeinKampf» de la que no existe ninguna versión completa en castellanofue publicada en julio de 1925, es decir, cuando Hitler nogobernaba Alemania y era un mero excarcelado por el fracaso delputsch de Munich. Convencido, erróneamente, de que no le quedabamucho tiempo de vida, decidió escribir un testamento espiritual enel que expresaba su visión del «Estado nacionalista» e indicaba lanecesidad de una guerra mundial que permitiera a Alemaniaapoderarse de porciones importantes de Europa oriental. Parteesencial de su exposición era además la de eliminar la presenciajudía de Alemania, propósito expresado con tanta claridad queHitler llega a mencionar su pesar porque no se hubiera gaseado alos judíos durante la primera guerra mundial garantizando así lavictoria germánica. Que el texto es duro, áspero, demagógico y que,sobre todo, recuerda uno de los periodos más negros de la Historiade la Humanidad no admite duda pero, precisamente por ello, ha depublicarse. Así tendría que ser para recordar que el nazismo fuehorrible desde sus inicios y, sobre todo, para hacernos reflexionarsobre el hecho de que una generación creyera de buena fe en laposibilidad de pactar con él y lograr una paz estable. Un librocomo «Mein Kampf» al igual que los exabruptos racistas de SabinoArana, el fundador del PNV; o los llamamientos a la guerra civil deLargo Caballero o las órdenes dirigidas contra los no-musulmanes enel Corán no debe sepultarse en el olvido sino despertar ennosotros la convicción de que los vaticinios más espantosos puedenconvertirse en realidad y que no dejará de ser así porque nosdesagrade aceptarlo.