» Baúl de autor » César Vidal

Descryptage

Me he referido en repetidas ocasiones a la manera en que la información relativa al conflicto de Oriente Medio peca de intolerable parcialidad. Mientras Israel es presentado como un estado genocida y opresor, raíz de todos los males en la zona, los árabes aparecen retratados con colores angelicales que cubren realidades como los atentados terroristas, el carácter dictatorial y corrupto del gobierno de Arafat o la educación de los niños en la violencia armada. Esta desinformación, verdaderamente incomprensible en el seno de una sociedad como la occidental que se enfrenta con el terrorismo, ha quedado expuesta en un extraordinario documental de Jacques Tarnero y Philippe Bensoussan titulado «Decryptage».

A lo largo de casi dos horas, los autores demuestran que, por ejemplo, la segunda Intifada no fue originada por la visita de Sharon a la explanada del Templo sino que, según declaraciones de los propios ministros palestinos, estaba planeada desde hacía varios meses antes por Arafat. De la misma manera, se somete a la crítica rigurosa afirmaciones repetidas hasta la saciedad por los medios y que no soportan la menor confrontación con las fuentes. El trabajo deja un terrible sabor de boca pero no sólo por lo poco que dice a favor de multitud de profesionales franceses sino, sobre todo, porque deja de manifiesto que lo que se oculta tras su conducta no es negligencia periodística sino abierta mala fe. Lo que emerge de «Decryptage» no es que haya incompetentes en las cadenas de TV y en la prensa escrita de Francia sino que abundan los malvados que conocen la verdad de lo que sucede en Oriente Medio —la lucha de un estado pequeño y democrático contra las dictaduras que lo rodean y que no renuncian a utilizar el terrorismo — y, a pesar de ello, la esconden sustituyéndola a sabiendas por informaciones falsas.

Puede que se presenten como defensores de los pueblos oprimidos, progresistas e incluso periodistas veraces. En realidad, no son sino los antisemitas de siempre dispuestos a valerse de la mentira para sus propósitos. Resulta indispensable contrastarlo en lugar de repetirlo como si de un oráculo se tratara. Y no por obligación profesional. Por simple decencia.