» Baúl de autor » César Vidal

Educación nacional

Es tópico común acusar a los norteamericanos de ignorancia. Quizá haya algo de verdad. Con todo, existe un aspecto que debería servirnos de ejemplo. Me refiero a la educación en torno a la Historia nacional. Todos los niños de EE UU saben quién fue Benjamín Franklin y su historia sobre la cometa y la electricidad pero ¿cuántos estudiantes españoles podrían referirse con la misma seguridad a Alfonso X? Todos ellos conocen quién fue Lincoln pero ¿cuántos escolares españoles podrían señalar al artífice de la Restauración? Todos ellos identifican Pearl Harbour pero ¿cuántos menores españoles podrían decirnos algo sobre la batalla de Lepanto? Y no se trata sólo de los norteamericanos. Los franceses han convertido en un mito su Legión extranjera y su avance por las arenas argelinas pero ¿cuántos niños españoles saben lo que es la Legión o cómo salvó a Melilla de las salvajes harkas de Abd-el-Krim? Los británicos conocen los viajes del capitán Cook por los mares del sur pero ¿cuántos españoles saben que Australia tiene ese nombre porque fue descubierta por compatriotas al servicio de la Casa de Austria? Los rusos se sienten orgullosos de los exploradores que llegaron a Kamchatka pero ¿cuántos compatriotas nuestros se atreverían a presumir de Cortés y Valdivia? Es común en las escuelas británicas llevar a los niños al Museo del ejército para que conozcan a Wellington, a Kitchener, a Montgomery. ¿Sabe alguien de algún colegio en España que realice una tarea similar? Son numerosos los niños americanos que visitan la campana de Filadelfia. ¿Cuántos escolares españoles han visitado el oratorio de San Felipe Neri en Cádiz relacionado esencialmente con la Constitución de 1812? A lo largo de su Historia, España ha sido cuna de césares, descubridora de nuevos mundos, creadora de corrientes artísticas e infinidad de cosas más que quedan sepultadas por la dictadura de lo políticamente correcto. La que dice que no podemos recordar que España salvó a Occidente del islam o que llevó la cultura occidental a otras tierras. Sea. Pero si perdemos algo tan esencial para la cultura como la educación nacional, tarde o temprano, esa misma nación perecerá por ignorancia.