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Unas ideas del VI Encuentro Mundial de las Familias

A propósito de que está ya próximo el «día de la familia», quisiera compartir con ustedes algunas ideas del VI Encuentro Mundial de las Familias que se realizó en nuestro país y dejo grandes mensajes de esperanza.

Este evento se desarrollo en una ambiente de fiesta familiar y muchas fueron las frases que se dejaron escuchar a lo largo de los diferentes discursos. Frases que se encerraban en una disertación de bienvenida, de inauguración, análisis, síntesis o clausura, pero todas ellas profundas, intensas, reales y de una importancia que no podían escaparse de nuestras notas. Queríamos atrapar todas aquellas afirmaciones que se decían, con una sencillez fruto solo de un intenso estudio pero tan profundas, que resultaba lento todo escribano por experto que pareciera.

En un marco de profundos estudios, investigaciones y experiencias los diferentes conferencistas presentaron sus ponencias sin olvidar jamás la realidad cotidiana que viven las familias de los 5 continentes. Se puede afirmar después de escuchar los trabajos presentados que las familias de todo el mundo, siendo que cada una sustenta realidades propias por su entorno geográfico, económico, político y cultural, la esencia que las conforma es la misma y el elemento que las sustenta no varía, el amor, la fe y la confianza.

Resumir la riqueza de tantas exposiciones sería injusto. Todas las ponencias encierran un tesoro invaluable y de gran utilidad para la humanidad entera por ello la mejor recomendación es acudir a los textos completos y leerlos pausadamente, como quien quiere hacer suyo lo que decía el papa Benedicto XVI en su discurso inaugural: «...la familia es patrimonio de la humanidad». «Por ello merece que valoremos este patrimonio y descubramos la necesidad de conocerlo, protegerlo y favorecer que desarrolle su misión para bien de la misma humanidad». Solo quien lo conoce lo ama y estará dispuesto a poner los medios necesarios para que cumpla su misión. Pero esto no nos limita a resaltar algunas ideas sobre lo dicho en tan importante Encuentro.

Lo primero que tendríamos que resaltar es que si la familia es considerada patrimonio de la humanidad requiere que todos y cada uno de nosotros independientemente de la cultura, intereses o fe que se profese, tenemos la grave obligación de velar por ella y esta responsabilidad nos lleva a tener un corazón grande y amar universalmente y es en la familia el lugar donde se aprende a amar y donde se adquieren las habilidades para amar ordenadamente y por ello la familia se convierte en insustituible para la educación de los hijos.

En esta tarea de educar a los hijos los esposos deben buscar el bien de la relación y luchar por su estabilidad ya que en la familia no basta la virtud individual es necesario ver a la familia como un todo que camina junta, no es la suma de las diferentes individualidades, es un bien relacional entre todos los que la conforman. Por ello es importante hacer presencia en la vida diaria como familia y hacer consciencia de que son familia a través de la convivencia diaria, pero con especial énfasis en la convivencia dominical, y poder transmitir tradiciones y costumbres familiares como un gran legado que se hereda a los hijos. De esta forma la familia se convierte en fuente y garantía de las futuras generaciones. Y algo que se debe cuidar con especial atención es evitar la exclusión en este proyecto a las familias que viven en situación de riesgo por ser ancianos, discapacitados o por ser familias monoparentales o en extrema pobreza, pues la persona antes que ser ciudadano es un ser familiar y en la familia es donde se les debe educar.

Por ello en la tarea educativa los padres no deben olvidar que su autoridad no debe confundirse ni con el autoritarismo ni con el dejarlo ser. Pues se ha dicho en muchas ocasiones que los padres deben ser amigos de los hijos, pero en este intento de ser su amigo se ha olvidado ser padre y cuando los padres tienen miedo de ser padres, los hijos no se sienten orgullosos de ser hijos. Por esto es muy importante retomar nuevamente la identidad de ser padres y hacer del hogar un lugar donde puedan experienciar los valores que se quieren transmitir.