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La nueva Formación del Espíritu Nacional

A nuestros hijos no les darán doctrina socialista sino algo completamente nuevo

Los más jóvenes carecen de la necesaria memoria histórica, pero una parte todavía grande de la población de este país, fuimos adoctrinados en la escuela por el franquismo por medio de una asignatura llamada Formación del Espíritu Nacional.

Ahora el gobierno de Rodríguez Zapatero, que tiene como compañeros políticos a personajes tan recomendables como Chávez, Castro y Chirac, perpetrará, si la ciudadanía no consigue modificarlo, el monstruo de Frankenstein de aquella asignatura debidamente pasada por el talante.

Ahora ya no se tratará del espíritu y lo nacional sino de la formación cívica, mediante la cual el gobierno intentará adoctrinar a nuestros hijos en aspectos tan poco gubernamentales como la antropología humana, la reproducción asistida y la experimentación con embriones, la homosexualidad, entre otras cuestiones, vulnerando el principio doblemente constitucional (por España y por Europa) de que son los padres quienes tienen el derecho a que sus hijos sean educados de acuerdo con sus ideas filosóficas, religiosas y morales.

Para entender lo que sucede en toda su dimensión es necesario asumir que estamos ante el gobierno con mayor carga ideológica de todos los que ha tenido España desde que comenzó la transición a la democracia, y posiblemente más que los últimos del tardo franquismo. Ideología en el peor sentido del término; es decir como un conjunto de ideas que constriñen la realidad y la vida y le impiden manifestarse en su plenitud.

No se trata de doctrina socialista tal y como la entendemos, esto ya queda solo para la izquierda cristiana. Aquí el doctrinarismo no tiene como eje la modificación, ni tan siquiera una reforma substantiva del sistema económico para favorecer decididamente a los trabajadores o, al menos, a los más desfavorecidos. Ese socialismo, si aun existe políticamente, seguro que no está en el gobierno.

Sus premisas ideológicas son otras y tampoco tienen nada que ver con el cacareado republicanismo de Petit tan manoseado por Zapatero, porque bajo este planteamiento el multimillonario Polanco sería un adversario del gobierno por la sola razón de que no le habilitaría el terreno para que continuara creciendo en poder y dinero.

La ideología de este gobierno puede definirse en torno a lo que podemos denominar posmarxismo en el sentido de que rechaza el compromiso político de Marx con relación a la economía, pero asume la dialéctica de clases situada sobre un protagonismo distinto al de la vieja clase obrera. Este nuevo sujeto histórico que prescinde de los trabajadores como tales, es el de la ideología de género, es decir aquella concepción que otorga a dicha característica biológica un condicionamiento estrictamente cultural y asigna el papel de hombre, mujer o lo que sea en función solo de la voluntad del individuo.

El feminismo de segunda generación nacido en los años 70 en Estados Unidos y que tiene en Europa a Simone De Beauvoir como máxima exponente es una de sus ramificaciones políticas, como lo es el homosexualismo político que persigue adecuar el conjunto de la sociedad a sus deseos y que constituye una de las expresiones más características de la sociedad de la desvinculación que prácticamente ya se nos ha impuesto.

Es en este contexto donde debe situarse el anunciado propósito de introducir en el nuevo plan de enseñanza una asignatura de formación cívica. Será un deber cívico oponerse a ello por todos los medios democráticos al alcance de la comunidad responsable en nombre de la libertad y del derecho de los padres.