conoZe.com » Baúl de autor » Paul Johnson

El más grande inglés viviente

¿Quién es el inglés viviente más grande? Uso "grande" en su acepción primaria de "principal, de rango más alto, prominente", como en "gran duque". También lo uso en el sentido del que ha tenido más éxito, pues este hombre, por sus esfuerzos, piedad y aptitudes, ha alcanzado el puesto más alto, en lo concerniente a poder soberano, accesible para un inglés, no sólo nacional sino internacionalmente. Lo interesante es que no figura en el Who's Who, sin duda por propia elección, aunque el Companion Guide de títulos, rangos y apelativos nos indica cómo pronunciar su apellido.

Supongo que el lector ya habrá adivinado. ¿No? Bien, lo llaman "Su Eminente Alteza el gran maestre de la Soberana Orden Militar de Malta", y es Fra Andrew Bertie -pronúnciese Barty-. En rigor, tiene rango de príncipe reinante, y como tal lo trata la cincuentena de gobiernos con los cuales el gran magistrado de Roma tiene relaciones diplomáticas. La orden se remonta a principios del siglo doce, así que es más antigua que la mayoría de las casas reales y las naciones europeas, y Fra Bertie, nacido en 1929, es el septuagésimo octavo gran maestre en sucesión ininterrumpida. Pero es el primer gran maestre inglés, aunque los ingleses han prestado servicio entre los caballeros desde los comienzos. En todo sentido, no obstante, es un gran maestre ejemplar, pues ha supervisado importantes mejoras en la suerte de la orden en los últimos años.

Desde que Bonaparte, ese flagelo de todas las cosas buenas y venerables, expulsó a los caballeros de su territorio soberano de Malta, no han tenido más hogar que Roma, donde existen en incómoda proximidad con el papado. Pero en 1991, Fra Bertie, un simple fraile pero también, al parecer, un considerable diplomático, persuadió al gobierno maltes de devolver a los caballeros la famosa fortaleza de San Angelo. Esta participó en el cruento sitio de la isla a mediados del siglo dieciséis, cuando 540 caballeros, 400 soldados españoles y 4.000 malteses mantuvieron a raya a todas las fuerzas del Imperio Otomano, entonces en la cumbre de su poderío. Así, gracias a Fra Bertie, los caballeros han regresado a Malta al cabo de casi dos siglos.

Sé que los Caballeros de Malta no son figuras prominentes en el mundo moderno y que tienen ideas muy raras acerca de lo que es importante. Ante todo, son muy engreídos. Fra Bertie fue escogido, entre otras cosas, porque es uno de los pocos ingleses que puede "probar" dieciséis cuartos de nobleza. Un nuevo libro, que se acaba de publicar sobre la orden (The Knights of Malta de H. J. A. Sire, Yale University Press), dedica una lámina coloreada al tema muy pintoresca. Hoy hay 10.000 caballeros, y convertirse en uno es como ingresar en un club. Hay que tener el respaldo de cuatro caballeros existentes, pero hay tres categorías de admisión: Honor y Devoción, Gracia y Devoción y Gracia Magistral. Para la tercera y más baja categoría no se necesita respaldo, y es la que abarca la mayoría de los caballeros. Pero para Honor y Devoción se necesita una puntuación de dieciséis, y obviamente estas caballerescas criaturas son más iguales que los demás.

Me interesé en los caballeros en los años 50, cuando oí rumores de que el cardenal Canali, el último cardenal romano cincelado en el heroico molde de un canalla renacentista, trataba de adueñarse de sus pertenencias. Este monstruo era un maestro de la intriga, una mercancía muy utilizada en los últimos años de Pío XII, y casi logró su objetivo. Sin embargo, uno de los oficiales más altos de la orden, el conde Cattaneo, hizo llegar la historia, junto con documentos que la acreditaban, al novelista francés Roger Peyrefitte. Este la presentó, convenientemente adornada, en un sensacional roman à clef, Les Chevaliers de Malte (1957). Causó bastante conmoción y yo lo leí con avidez, pero no pude creer que todos los tejemanejes que revelaba fueran ciertos. Sin embargo, Sire sostiene que, en lo esencial, Peyrefitte describía exactamente lo que ocurrió. La novela cumplió su propósito, frustró la conspiración de Canali y al año siguiente Pío XII falleció, allanando el camino a un Vaticano moderno donde no existen los Canalis.

Obviamente la orden es muy rica, pues de lo contrario Canali no se habría molestado en tratar de arrebatarle sus propiedades. Y hoy es mucho más rica y numerosa que en tiempos de Canali, con casi cuarenta asociaciones nacionales y miles de valiosas propiedades en todo el mundo.

Sospecho que es mucho más rica que el Opus Dei, y en muchos sentidos igualmente influyente, aunque procura no llamar tanto la atención. Ya no es una orden combativa, aunque muchos caballeros han visto el servicio activo (Fra Bertie estuvo en la Guardia Escocesa). Lo más parecido a una armada son los buques ambulancia que tiene en algunos grandes lagos de África y América. Pero el servicio de ambulancias que opera en todo el mundo, sus hospitales, clínicas, dispensarios y centros de salud, constituye, sin duda, la más grande red voluntaria de atención médica que ha visto el mundo. En síntesis, es un monumento moderno a la beneficencia, servido, como quien dice, en bandeja de plata.

Uno de los aspectos de su tarea caritativa son las caravanas de enfermos y moribundos que llevan anualmente, desde todas partes del mundo, al milagroso altar de Lourdes. Aquí es donde participan las mujeres. Los caballeros más altos de la orden deben ser célibes, pero los caballeros menores se casan, y sus esposas y amigas, con o sin escudo de armas, ofician de enfermeras. Trabajar en uno de estos convoyes es, pues, una gran distinción, pero los deberes no son más agradables que los de cualquier enfermera.

Una charlatana amiga mía que va a Lourdes con ellos me informa: «Algunos enfermos que llevamos son muy viejos y decrépitos. Todos son muy agradables pero, ya sabes no me gusta limpiarles el trasero, lavar las letrinas, y demás. Pero me niego a compartir la habitación con otra enfermera. Vaya, la última vez, a mi compañera de cuarto le olían los pies y casi me muero. ¿Te lo imaginas?».

Claro que me lo imagino. Así, los caballeros y sus damas continúan con su misión. Buena suerte para ellos y su obra.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=3818 el 2006-02-08 18:24:46