conoZe.com » Leyendas Negras » Pío XII y el Nazismo » Los judíos, Pío XII y la Leyenda Negra: Historia de los Hebreos salvados del Holocausto » Capítulo quinto.- La «leyenda negra» que oscurece el pontificado de Pío XII

Del mito a la infamia: cómo cambian las opiniones

Nadie habría imaginado que, a la vuelta de cuarenta años, la valoración de lo llevado a cabo por Pío XII habría cambiado tanto. El papa Pacelli se ha convertido en objetivo de una «leyenda negra» según la cual, durante la guerra, habría sido un pusilánime que, por mero cálculo político, habría asistido en silencio a los crímenes contra la humanidad que perpetraron los nazis.

La cuestión es controvertida y se presta a muchas interpretaciones opuestas.

Tras la publicación del documento vaticano sobre la Shoah el 16 de marzo de 1998, el caso Pío XII ha estallado en toda la prensa mundial. En Israel, el periódico Maariv ha escrito que «el documento ha sido una ocasión perdida para condenar el silencio de Pío XII».[5] Micheal Zagor, historiador de la Universidad de Tel-Aviv, ha sostenido que Pío XII «era un filoalemán que amaba Alemania sin hacer distinción entre la Alemania clásica y la nazi». Para Efraim Zuroff, del Centro Wiesenthal de Jerusalén, «el antijudaísmo de la Iglesia preparó el terreno al Holocausto». El Jerusalem Post ha escrito que el documento «es más bien desilusionante porque no trata la responsabilidad de la Iglesia como institución y la de Pío XII, el papa que calló sobre las persecuciones de judíos durante la segunda guerra mundial».[6] Y Giancarlo Zizola, en Sole 24 Ore, el periódico económico italiano más acreditados: «en una relectura esencialmente revisionista y en clave apologética del comportamiento de la Iglesia ante el Tercer Reich, se ha preferido dejar de lado la cuestión de los silencios de Pío XII».[7] Arrigo Levi, en el periódico italiano más difundido: «el silencio sobre los "silencios del papa" vuelve desilusionante este documento».[8] El rabino jefe asquenazi de Israel, Meir Lau, ha definido el texto de «inaceptable» porque no se habla del «silencio del papa Pacelli, que no movió un dedo para salvar lo que se podía».[9] El historiador George Mosse, profesor en la Universidad de Madison en Wisconsin, ha dicho: «No tengo intención de absolver a Pío XII. Su culpa fue el silencio. El papa Pacelli se comportó como un jefe de Estado y no como un papa.»[10]

Abraham Foxman, director nacional de la Anti Defamation League, ha declarado: «El documento está vacío. Una apología, llena de racionalizaciones, de Pío XII y de la Iglesia. Se asume poca responsabilidad moral e histórica por las enseñanzas antijudías de la Iglesia católica.»[11] Elan Steinberg, director ejecutivo del World Jewish Congress, sostiene que «hay elementos positivos en el documento pero hay una defensa gratuita del silencio de Pío XII y de la equivocación y la responsabilidad de la Iglesia como institución».[12] El premio Nobel de la paz, Elie Wiesel, superviviente de Auschwitz, ha dicho: «Sostener que nosotros los judíos deberíamos estar agradecidos a Pío XII me suena un poco a herejía.»[13]

Para entender cómo la valoración de lo hecho por Pío XII se ha tergiversado totalmente en unos cuantos decenios, basta con leer dos editoriales aparecidos en el New York Times en 1941 y en 1998. Ambos hablan de Pío XII. El 25 de diciembre de 1941 el New York Times escribió: «La voz de Pío XII es una voz solitaria en el silencio y en la oscuridad en la que ha caído Europa en esta Navidad. Él es el único soberano del continente que tiene la valentía de levantar su voz... Sólo el papa ha pedido el respeto por los tratados, el fin de las agresiones, un trato igual para las minorías y el cese de la persecución religiosa. Nadie más que el papa es capaz de hablar a favor de la paz.»[14]

El mismo New York Times ha escrito el 18 de marzo de 1998: «Es necesario un serio análisis sobre la actuación de Pío XII... Será misión de Juan Pablo II y sus sucesores dar los pasos necesarios para reconocer el fallo de la Iglesia frente a la maldad que dominó Europa.»[15]

Notas

[5] Michele Giorgio, «Occasione sprecata, la Chiesa ha parlato troppo poco e tardi», IlMattino, 18 de marzo de 1998, p. 9.

[6] «Uniti contro l'oblio - così la stampa italiana e straniera ha reagito al documento vaticano», Avvenire, 18 de marzo de 1998, p. 20.

[7] Ibídem

[8] Ibídem.

[9] «La delusione di Israele», L'Unità, 17 de marzo de 1998, p. 9.

[10] Maurizio Molinari, «Fu il silenzio la sua colpa», La Stampa, 17 de marzo de 1998, p. 5.

[11] «La delusione di Israele», L'Unità, 17 de marzo de 1998, p. 9.

[12] Celestine Bohlen, «On Holocaust, Pope urges Repentance», International HeraldTribune, 17 de marzo de 1998, p. 1.

[13] Alessandra Farkas, «L'ira di Wiesel: "Il genocidio è nato nel cuore della cristianità"», Corriere della Sera, 17 de marzo de 1998.

[14] Editorial del New York Times, 25 de diciembre de 1941. Véase también: Kenneth L. Woodward, «In defense of Pius XII», Newsweek, 30 de marzo de 1998, p. 47.

[15] Editorial del New York Times, 18 de marzo de 1998. Véase también: Kenneth L. Woodward, «In defense of Pius XII», Newsweek, 30 de marzo de 1998, p. 47.

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