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Poesía y teatro. Una faceta poco conocida de Juan Pablo II

Desde su juventud Karol Wojtyla, más tarde Juan Pablo II, estaba completamente fascinado por la literatura, él mismo lo cuenta en su obra Don y misterio , en especial le interesaba el teatro; una pasión que había absorbido de su hogar, su educación y su ciudad, donde se había visto saturado de obras literarias y dramáticas del romanticismo polaco, obras que conformarán su pensamiento durante las décadas siguientes.

El interés por la literatura es la primera señal de la búsqueda de la verdad que ocupa la vida del joven Wojtyla. Su obra escrita es la expresión de su temperamento polifacético y artístico, que necesita desbordarse y expresarse mucho más allá del ensayo filosófico, necesita desbordarse por los caminos de la poesía y el teatro. Por eso, para conocerle, no basta con estudiar su obra filosófica, hay que acudir también a su obra literaria escrita. Wojtyla unía el arte y el pensamiento como medios para enaltecer al hombre y su cultura.

La poesía contiene los mismos conceptos de fondo que hallamos en sus obras filosóficas, expresados magistralmente en forma artística, clarificadora e iluminante -y a la vez también de manera más comunicativa y convincente-, aunque paradójicamente para algunos puede resultar difícil se puede llegar a concluir que no se entiende al Wojtyla filósofo si no se estudia al Wojtyla poeta.

Comenzó los estudios en la Universidad Jaghellonica, siguiendo los cursos de Filología polaca, pero sólo logró acabar el primer año, porque el 1 de septiembre de 1939 estalló la segunda guerra mundial. Su elección de la filología polaca estaba motivada por una clara predisposición hacia la literatura.

"Comprendí más tarde, dice, que los estudios de filología polaca preparaban en mí el terreno para otro tipo de intereses y de estudios. Predisponían mi ánimo para acercarme a la filosofía y a la teología".

No podemos olvidar que a Karol la poesía le acompaña a lo largo de su vida, creció haciendo poesía y culminó su vida también con la poesía en el Tríptico romano. Es comprensible la sorpresa que causó la publicación de este último libro, porque, en los 25 años de su pontificado, el Papa no había publicado poesía. Sin embargo, se trata de una sola vida, ejemplo de integridad en todos los aspectos, que puede sorprender, pero cuya coherencia se manifiesta ya desde los años de infancia y adolescencia.

Como pone de manifiesto el profesor Reale: "Con el arte el hombre llega a la verdad a través de la belleza; con la filosofía, accede a esta mediante la investigación filosófica; con la fe, el hombre alcanza la verdad en su más alto nivel. Los hombres que son capaces de caminar a la vez sobre las tres vías, dice el profesor Reale, son muy pocos; Wojtyla es uno de estos pocos, y precisamente esta es la particularidad suya".

Desde un punto de vista muy general, se puede decir que sus poesías tocan tres temas fundamentales: el religioso, el bíblico y la historia polaca.

Pero junto a la poesía destaca el teatro. Para leer, comprender a fondo y gustar, de algún modo, las composiciones dramáticas de Wojtyla es necesario tener bien presentes algunos hechos y eventos esenciales con los que están relacionadas.

En su juventud no sólo tuvo una gran pasión por el teatro, sino que quería dedicarse profesionalmente a él. Wojtyla estaba firmemente convencido de que el teatro tiene una gran fuerza ética.

El teatro nació con la fundación, en Cracovia, en 1941, del Teatro Rapsódico, en el que participó Wojtyla, que se desarrollará plenamente en los distintos dramas: Hermano de nuestro Dios , El taller del orfebre (1960) y Esplendor de paternidad (1964). Estos dos últimos dramas, en sus diferencias de estilo y estructura, forman el monumento más duradero al vínculo de su autor con el Teatro Rapsódico, vínculo que continuó también de otras muchas formas.

Esta faceta de Wojtyla pone de manifiesto la coherencia en el pensamiento y la vida de Juan Pablo II que siempre, está impregnada del Karol artista que conoce y comunica con una de las más bellas experiencias del arte de todos los tiempos: el género literario.