» Historia de la Iglesia » Papas y Antipapas » Benedicto XVI » Viajes » Valencia - V Encuentro Mundial de las Familias (8-9 de julio de 2006)

Gracias, Santo Padre

De una manera maravillosa y sencilla el Papa nos ha enseñado a los cristianos como ser y estar en sociedad. Benedicto XVI nos ha explicado que el niño necesita del ejemplo tranquilo y pacífico de los padres para crecer seguro, exactamente lo mismo que enseña la psiquiatría y la psicología moderna; que los niños tienen el fundamental derecho a nacer y que los abuelos nos enseñan la hermosa vocación de enseñar a morir con fe y transmitir así el sentido de la vida.

El Papa no ha dicho que tenemos que ser buenos ni se ha molestado en decir que el Gobierno de España es malo, se ha limitado a mostrar muy didácticamente cómo la familia basada en la unión indisoluble del hombre y la mujer es un bien reconocible, que educa a los hijos para la libertad. El Papa nos ha enseñado a ser propositivos, y a dedicarnos, no tanto a atacar -que también nos tocará cuando las leyes sean injustas- sino a reconocer y mostrar la inteligencia y la belleza que transparenta la familia como modo idóneo de organización social, de escuela de libertad y de educación en la fe.

Al Gobierno de Zapatero, a su vez, Benedicto XVI le ha instado amable pero firmemente a mirar la realidad. A dejar un momento el discurso ideológico y reconocer que ayudar a la familia es uno de los mayores servicios que se pueden prestar hoy en día al bien común. Ahora que se ha ido el Santo Padre nos queda una sensación de paz. La tranquila alegría que le quedó a Dios al crear al hombre y a la mujer, al crear el mundo y la familia, y ver sencillamente que todo esto era bueno. Gracias, Santo Padre, por devolvernos la fe en la realidad.