conoZe.com » Ética Natural » Bioética

El Caos en Bioética (2)

Las conferencias

A principios de los años 60 se desarrollaron una serie de conferencias a lo largo de Estados Unidos sobre asuntos tales como control de población, control del pensamiento, esterilización, clonación, inseminación artificial, y bancos de esperma. Una de los primeros, «Grandes Temas de Conciencia en la Medicina Moderna» (Great Issues of Conscience in Modern Medicine), llevada a cabo en Darmouth College en 1960, tuvo como anfitrión a un grupo experto de médicos y científicos en el que se encontraba el microbiólogo Rene Dubos, del Rockefeller Institute; el médico Sir George Pickering, de Oxford University; Brock Chrisholm, luminaria médica que guiaba la Organización Mundial de la Salud, y famosos humanistas como C. P. Snow y Aldous Huxley.

Los asuntos más candentes eran la genética y la eugenesia. Dubos declaró que la «prolongación de la vida de las personas ancianas y enfermas» y el salvar la vida de niños con defectos genéticos -dos beneficios de los avances médicos posteriores a la Segunda Guerra Mundial- habían creado «el problema ético médico más difícil que probablemente enfrentaremos durante la próxima década». A los genetistas les preocupaba el hecho de que el código genético se estaba contaminando debido a que las muertes tempranas de personas con anormalidades serias ya se podían impedir. El ganador del Premio Nobel, el genetista Hermann Muller, ofreció su propia solución a ese problema: un banco de esperma sano que, aunado las «nuevas técnicas de reproducción», impediría la de otra forma inevitable «degeneración de la raza» que podría suscitarse ya que los avances médicos permitían que lo defectuoso se reprodujera.

En otra conferencia, «El Hombre y su Futuro» (Man and His Future), patrocinada por Ciba Foundation en Londres en 1962, las celebridades incluían a Muller; a Joshua Lederberg, ganador del Premio Nóbel en medicina; a los genetistas J. B. S. Haldane y Francis Crick; y al científico eticista Jacob Bronowski. Al igual que en Darmouth, las principales preocupaciones eran sobre la evolución humana, la eugenesia y el control de población. El biólogo Sir Julian Huxley declaró, «La perspectiva del mejoramiento genético radical podría convertirse, en un momento dado, en uno de los principales detonadores del avance evolutivo del hombre». Huxley proponía una utopía genética que implicaba un estricto control gubernamental sobre procesos fisiológicos y psicológicos y que se lograría en gran medida a través de técnicas farmacológicas y genéticas. Entre estas técnicas estarían la clonación y la provocación deliberada de mutaciones genéticas «para ajustar el producto humano a objetivos especiales del mundo del futuro».

Otras conferencias en los años 60's profundizaron más respecto a las implicaciones de la ciencia en el mundo moderno. Una de ellas fue la serie de reuniones Gustavus Adolphus Nobel, en Minnesota, que contaron con la participación de muchos ganadores del Nóbel. En la primera de ellas, en 1965, cuyo tema fue «La Genética y el Futuro del Hombre» (Genetics and the Future of Man), el físico Nóbel William Shockley presentó sus independientes puntos de vista sobre la eugenesia. Él exponía que, como la inteligencia humana es determinada en gran medida por la genética, los científicos se esforzarían seriamente por incrementar el potencial cerebral de la raza a través de varios medios, incluyendo la esterilización, la clonación y la inseminación artificial.

En ese momento evolucionaban también nuevos conceptos en ética científica y ética médica, y los posibles roles que los eticistas profesionales y los teólogos debían desempeñar en los debates críticos respecto a los nuevos estándares sobre lo que estaba bien y lo que estaba mal. La mayoría de los expertos de los 60's se adhirieron al relativismo ético que estaba de moda, lo cual generó preocupaciones entre algunos teólogos y filósofos en cuanto a si era sensato permitir a la elite científica desarrollar políticas fuera de los límites de los principios éticos tradicionales.

Algunos teólogos, como el eticista cristiano Paul Ramsey, insistían en proponer principios y valores inconfundiblemente teológicos para guiar dichas deliberaciones. Otros, especialmente filósofos de la escuela «analítica» reinante en Norteamérica y Gran Bretaña, proponían que los lineamientos para la elaboración de políticas públicas deberían basarse únicamente en principios filosóficos seculares. Algunos en ese grupo, como James Gustafson de Emory University, luchaba a favor de un «consenso» en la sociedad respecto a la ética médica más bien que mirar hacia las normas tradicionales.

El resultado fue la secularización tanto de la teología como de la filosofía en lo que a políticas públicas se refería. Por ejemplo, Reed College en Portland, Oregon, patrocinó en 1966 una conferencia titulada «La Santidad de la Vida» (The Sanctity of Life). Esta incluyó una exposición del sociólogo Edward Shils titulada «El Significado Secular de la Santidad de la Vida». Daniel Callahan, quien más tarde fundaría el Hastings Center, institución líder en la investigación sobre cuestiones de bioética, hacía presión para que se formulara una nueva ética médica normativa influenciada únicamente por la filosofía moral secular. La mayoría estuvo de acuerdo con la propuesta de Gustafson en que el «consenso» fuera el método para llegar a dicha formulación. Este tipo de pensamiento se convertiría en la característica más importante del nuevo campo de la bioética que se avecinaba.

Los centros de investigación (think tanks)

Conforme se acercaban los años 70's, los debates y sus participantes se mudaron de las conferencias en las universidades a sedes de investigación permanentes. Callahan y William Gaylin establecieron el Centro Hastings en las afueras de la ciudad de Nueva York en 1969. Ahí, pioneros de la bioética tales como Dubos, Ramsey, Gustafson, Renne Fox, Arthur Caplan, Robert Veatch, e incluso Mondale y el periodista católico liberal Peter Steinfels expusieron ampliamente.

Los primeros «grupos de investigación» en el Centro Hastings se ocuparon de asuntos como la muerte y los moribundos, control de la conducta, ingeniería y consejería genéticas, control de población, así como de la conjunción de la ética y las políticas públicas. En 1971 apareció el primer volumen del Reporte del Centro Hastings (The Hastings Center Report), una publicación que se convertiría en la biblia de la bioética secular que apenas en ese momento adoptaba su nombre. Como lo hizo notar Albert Jonsen, pionero en bioética y profesor de la Universidad de Washington en el libro de 1998 «El Nacimiento de la Bioética» (The Birth of Bioethics. Oxford.), «El índice del Reporte del Centro Hastings durante los años siguientes vino a definir el rango de temas que se estaba convirtiendo en la bioética, así como la lista de autores que serían sus proponentes».

En 1971, bajo la dirección del holandés Andre Hellegers, investigador sobre el desarrollo fetal, se abrió en Georgetown University el Kennedy Institute of Ethics (originalmente llamado Kennedy Center for the Study of Human Reproduction and Development). La misión de este centro era estudiar, en un contexto católico más bien liberal, las cuestiones éticas implícitas en la investigación de la reproducción. Académicos tales como el Rev. Richard McCormick, S.J., bioeticista católico de postura decididamente liberal, y más tarde Edmond Pellegrino, bioeticista católico más tradicional, trabajaron también fuera del Instituto Kennedy en varias ocasiones. Una contraparte protestante al Instituto Kennedy, el Institute on Human Values (Instituto de Valores Humanos), también abrió sus puertas en los años 70's, con el Dr. Edmund Pellegrino como su primer Director y patrocinado por United Ministries in Education (Ministerios Unidos en la Educación), una sociedad de las iglesias metodistas y presbiterianas.

Muchos de los exponentes de las conferencias de los años 60's y los académicos de los centros de investigación (think tanks) de los 70's se encontraban entre los que testificaron ante las audiencias del Congreso de Mondale y Kennedy y que conducirían a la aprobación del Acta Nacional de 1974 para la Investigación. Muchos de quienes estaban en este ejército de académicos seculares también se sentaban con el comité que más tarde emitiría el Reporte Belmont con sus tres principios. Estos académicos fueron los parteros en el formal «nacimiento de la bioética» que el acta de 1974 decretaba. También fueron ellos los primeros en ser formalmente designados como «bioeticistas».

Los tres Principios Belmont -respeto a las personas, justicia y beneficencia- se derivaron supuestamente a partir de los trabajos de filósofos morales seculares líderes en los siglos XVIII, XIX y XX, principalmente Kant, John Stuart Mill y John Rawls, filósofo de la Universidad de Harvard de gran influencia, y cuyo libro de 1971 «Una Teoría de la Justicia» (A Theory of Justice), fue el prototipo para ciertas teorías legales y sociales radicalmente igualitaristas de los años 70's, tales como la acción positiva y la redistribución de la riqueza.

Como era de esperarse, la nueva bioética era cualquier cosa menos sistemática. La comisión tomó selectivamente porciones de teorías diferentes y contradictorias, las mezcló y formó una masa. Peor aún, cada uno de los tres principios de la nueva bioética era prima facie: ninguno tenía primacía sobre los otros dos. Al abordar problemas médicos y científicos de la vida real el bioeticista tenía que conciliar simultáneamente los valores de los tres principios.

Inevitablemente, grietas teóricas empezaron a aparecer en el cimiento mismo de esta nueva teoría bioética. De hecho, dado que los principios Belmont se habían derivado de fragmentos de sistemas filosóficos fundamentalmente contradictorios, el resultado fue el caos teórico. Más problemático aún, al intentar aplicar la nueva teoría a pacientes reales en ambientes médicos y de investigación. ésta no funcionaba pues no había modo de resolver, en sentido práctico, los conflictos inherentes entre los tres principios.

Por otra parte, mientras el Reporte Belmont le daba el sí al concepto hipocrático de beneficencia como el hacer el bien al paciente, también incluía una segunda definición de beneficencia esencialmente utilitarista: el hacer «el bien a la sociedad en general». Dicho reporte también declaraba que los ciudadanos tienen una «obligación moral fuerte» de participar en la investigación experimental por el bien mayor de la sociedad. Esto obviamente contradice la interpretación hipocrática de la beneficencia y también viola lineamientos internacionales por mucho tiempo respetados, como el Código de Nuremberg y la Declaración de Helsinki, que impiden a los médicos experimentar con sus pacientes a menos que sea por el beneficio del paciente.

El segundo principio Belmont, el de justicia, también se definió por la línea utilitarista: asignación de los beneficios y los costos de la investigación de manera justa a lo largo del espectro social. Esta definición influenciada por Rawls es muy diferente de la definición clásica aristotélica de justicia como el trato justo hacia las personas como individuos.

De igual forma el tercer principio Belmont, el respeto hacia las personas, terminó sirviendo a los objetivos utilitaristas. El respeto hacia las personas se supone que es un concepto kantiano según el cual el respeto por el individuo es absoluto. Pero el Reporte Belmont opacó esa idea con las perspectivas utilitaristas de Mill sobre la autonomía personal. Desde el punto de vista de Mill, sólo las «personas» -adultos racionales, plenamente conscientes, capaces de actuar autónomamente- se definen como agentes morales con responsabilidades morales. Sin embargo, aquellos incapaces de actuar autónomamente -los niños pequeños, los pacientes en coma, los que padecen Alzheimer- resultaron definidos en la teoría bioética como agentes no-morales y por ende «no-personas», y sin derechos. Sólo un pequeño paso separa este tipo de razonamiento de aquel que subyace al utilitarismo «de preferencia» propuesto por Peter Singer, eticista de Princeton, y según el cual los animales tienen más derechos que los niños pequeños.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=6020 el 2007-09-27 17:01:55