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Mujer sé tú misma: 8 de marzo

En la cultura occidental la mujer ya tiene trabajo pero en otros países menos cultos o más pobres, la mujer todavía carece de este elemental derecho por falta de educación, o de preparación, o de oportunidades; en el día internacional de la mujer de este año 2007 deberíamos reivindicar algo diferente, algo nuevo, algo que ha visto recrudecida su crueldad en este siglo XXI: podríamos reclamar medidas más eficaces para combatir la violencia contra la mujer, tanto a nivel familiar, como domestico, social o laboral.

Existe confusión sobre «la ideología de género» y quizá sea conveniente comenzar por ahí y aplicar el sentido común, aunque sea el menos común de los sentidos: existen dos sexos, la mujer y el hombre, con una igualdad radical en sus derechos, en sus oportunidades, en sus trabajos y en sus deberes, pero una complementariedad en sus funciones. Si aceptamos que son dos sexos, y que el auténtico feminismo consiste en encontrar el equilibrio «igualdad-complementariedad» entre ambos, podemos avanzar hacia la ideología de género entendida como una cultura, como algo surgido en un tiempo puntual o como algo que puede ser transformado en aras de una mejora social: la mujer, como el hombre, está hecha a imagen y semejanza de Dios, no del varón y ha sido el varón quién a lo largo de los siglos y - con numerosas y honrosas excepciones-, ha querido imponer su voluntad, someterla o poseerla de forma intelectual o física. De ahí que la mujer sólo se dedicase al hogar y a la educación de los hijos - tarea principal y fundamental, pero que debe ser compartida al 50% con el marido -, y por la que se le cerraron las puertas para otras opciones compaginables con su papel como mujer y como madre. A esa «ocupación» se le debe llamar ideología de género porque el género femenino la desarrolla con una idiosincrasia peculiar y el género masculino, la debe desempeñar según otros parámetros complementarios de acuerdo con su función y sus diferencias.

¿Cuándo veremos reducida la violencia contra la mujer?: cuando se acepten estos planteamientos de igualdad y complementariedad y especialmente, cuando se respete la libertad de la mujer - tanto interior como exterior-, para compartir con el hombre todas sus responsabilidades, sus afanes y sus ilusiones. En un hogar, nadie es más y nadie es menos, todos suman y ninguno resta, y todos aportan según sus posibilidades y necesidades. Y todos son alguien no algo. Feliz 8 de marzo.