conoZe.com » Magisterio » Purgatorio, indulgencias y limbo

Dios acoge a los niños sin bautizar

Benedicto XVI ha dado el visto bueno a un documento de la Comisión Teológica Internacional que defiende que también los niños que mueren sin bautizar y sin uso de razón se salvan. El magisterio de la Iglesia nunca se ha pronunciado sobre el limbo, y tampoco lo hace en esta ocasión. El entonces cardenal Ratzinger lo definió, en 1984, como una hipótesis teológica.

Según precisa un documento de la Comisión Teológica Internacional, aprobado por el Papa el pasado 19 de abril, los niños que mueren sin haber sido bautizados y sin uso de razón van al cielo. El documento, sin embargo, no constituye parte del magisterio de la Iglesia, pues esta Comisión es simplemente consultiva. Frente a lo que han escrito periódicos de todo el mundo, no ha habido una abolición del limbo, pues antes tampoco había una definición dogmática sobre esta cuestión.

Se trataba de estudiar «la voluntad salvífica de Dios y la doctrina del pecado original». Durante siglos, dada la necesidad del Bautismo para la salvación, surgió la hipótesis de que los niños que morían sin bautizar iban al limbo, una especie de lugar sin sufrimiento, al no haber tenido responsabilidad en su hipotética imposibilidad para estar con Dios en el cielo, distinto de los que sí son objeto de fe: el purgatorio —para la purificación antes de la entrada en el cielo— y el infierno —que es la condenación eterna—.

El documento de la Comisión Teológica Internacional, de 41 páginas, que lleva por título La esperanza de salvación para los niños que mueren sin ser bautizados, será publicado en varios idiomas durante el mes de mayo. En realidad, se trata de un documento sobre la misericordia de Dios, Quien quiere que todos los hombres se salven.

Al reflexionar sobre la misericordia de Dios —dicen los expertos de la Comisión, la flor y nata de la teología católica de todo el mundo—, «nuestra conclusión es que los numerosos factores que hemos considerado [...] ofrecen toda una serie de bases teológicas y litúrgicas para la esperanza de que los niños muertos sin Bautismo se salven y gocen de la visión de Dios». De hecho —añaden—, la exclusión de los niños inocentes del Paraíso no parece reflejar el amor especial de Cristo hacia los más pequeños.

Casi quince años de estudios

La Comisión Teológica Internacional comenzó a estudiar la cuestión del limbo en 1994, cuando estaba presidida por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, quien ya en 1984 había expresado su parecer personal de que el limbo no era más que «una hipótesis teológica». Esta hipótesis surgió en el siglo XIII y fue echando raíces después en la tradición, pero nunca lo definió el Magisterio. El Catecismo de la Iglesia católica, promulgado por Juan Pablo II en 1992, no hace referencia alguna al limbo; sencillamente, dice que la Iglesia, a los niños muertos sin Bautismo, los confía «a la misericordia divina»; y afirma también que «la liturgia de la Iglesia nos invita a tener confianza en la misericordia divina y a orar por su salvación».

La Comisión explica que los diferentes Pontífices y Concilios, aunque hayan mencionado el limbo, siempre han prestado atención para no definirlo como una cuestión doctrinal, dejando el tema abierto.

El documento aprobado ahora por el Papa Benedicto XVI precisa que, con este acto, se resuelve un problema pastoral urgente, pues se da un aumento de los niños que mueren sin haber recibido el Bautismo, sobre todo a causa del aborto.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=65 el 2007-05-02 00:37:50