conoZe.com » Ciencia y Fe » Relativismo y Cultura » Relativismo

El surrealismo de término medio

Una gran exposición, la abierta en Madrid por la Fundación Thyssen bajo el título de 'El espejo y la máscara'. Autorretratos de las primeras figuras que, rompiendo los cánones, iniciaron desde el impresionismo la ruta que desemboca en el surrealismo y el arte abstracto. Los mejores Picasso, Miró, Van Gogh, Gauguin, Dalí, Modigliani, Kokoschka... Extraordinario.

¿Qué es lo que mueve a los artistas geniales? ¿Por qué no hay duda que todos y cada uno de los retratos expuestos en una docena de salas del Museo Thyssen, 'no pasarán'?, ¿Por qué su genio ha cristalizado social e históricamente (y también, muchas veces, económicamente)? En este mundo donde todo pasa hay autores artistas que pasan 'menos' que el común de los mortales, ellos con sus obras. ¿Por qué el tiempo pasa suavemente acariciando su memoria, reduciendo su desgaste, su desaparición definitiva un poco más de lo habitual?

Los románticos elaboraron una teoría sobre la genialidad artística que extendieron a la filosofía. La tesis fundamental es que el genio tiene conciencia de lo absoluto, una perla única, bella e irrepetible guardada en el arca perecedera de su vida mortal. Es la conciencia de que en su persona «todo está en uno». Esa presión de todo en la nada del espacio-tiempo, produce un huracán espiritual de tal fuerza que rompe los esquemas y con frecuencia también la concha misma, el personaje del artista.

La teoría tiene sus cláusulas restrictivas, que deben leerse atentamente 'antes de consumir el producto'. La primera: la inmensa mayoría de los que se creen genios porque lo pasan mal, no lo son. Segunda, la inmensa mayoría de los que lo son, pasan a mejor vida sin pena ni gloria y muchas veces con más pena que gloria. Tercera, el genio no queda excusado de aprender la disciplina académica, puesto que las reglas reconocidas socialmente, que muchas veces son de lógica y sentido común, son las que permiten establecer puentes entre la genialidad y la medianía, son los canales de comunicación. Si el genio no comunica, se queda en mera tentativa.

Con todo, estas tres reglas no acaban de convencer ante personalidades como el poeta norteamericano Ezra Pound, modelo de inspiración y de incomunicación a la vez, capaz de elaborar poemas con términos de diversos idiomas, incluyendo especialmente, los ideogramas chinos. Si se consigue 'entrar', en sus 'Cantos', se explica que fuera maestro de tres premios Nóbel sin alcanzar ninguno, pues estuvo muy ocupado en asuntos judiciales de índole política.

Entre la galería de retratos, cuyo denominador común es la profundidad de la mirada de todos ellos, incluso, la de aquellos que quieren ser formalmente inexpresivos. Una mirada tan profunda es una llamada a las ocultas regiones de la vida donde reside la inteligencia. Porque el arte es cuestión de inteligencia en la 'administración' de las imágenes.

El surrealismo, las etapas respectivas de Picasso y Dalí, inician esa etapa en donde el hombre de la calle se pierde, cuando para entender pintura es necesario hacer un master y si te explican el sentido de un claroscuro, un contraste o un trazo, suelen remitirse a físicos como Eddington o De Broglie.

Los artistas se apoyan en la física cuántica -por lo menos los de principios del siglo XX-, y con frecuencia los físicos se adornan con la poesía. Hay una cierta relación pero no caprichosa, entre el arte y la ciencia. La matemática pura es la métrica en qué está escrito el mundo.

El arte parte del reino de lo posible y trata de realizarlo en el mundo fáctico y terrenal. Los físicos y los matemáticos parten del mundo fáctico, rompiendo modelos anteriores, lo que les permite una cierta intimidad con el todo, con el horizonte infinito de posibilidades no realizadas, del cual han arrebatado la suya propia.

Toda esta riqueza, este lujo de belleza, de matemática, esa profundidad de la mirada de cada partícula del universo forman un poema muy medido.

No podemos vivir siempre. El hombre es el único animal que quiere vivir siempre y ser feliz. Sería el primer caso de un organismo vivo (en términos biológicos) que desease por naturaleza lo que no existe.

La genialidad y la obra de arte, no van de abajo a arriba sino de arriba abajo. El surrealismo y el arte en general no admiten el término medio. Otra cosa son los políticos que practican el surrealismo y los agentes sociales que lo venden.

Todo o nada, exige el científico y el artista. Como los místicos conocidos u ocultos. No están dispuestos a aceptar nada menos que Dios.

(Ezra medita en su jaula que lo mejor está por venir)