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Autores para leer

El gusto por la lectura no se adquiere de un día para el otro; es necesaria una cultura, un hábito lector inculcado desde temprano, y junto con ello, la sana costumbre de conocer y leer a autores consagrados no sólo por la moda, sino por los valores y erudición que transmiten. La actual industria editorial ha dejado rezagados a unos cuantos de ellos; es nuestra intención dar un panorama concreto acerca de algunos de los olvidados, pero que son siempre un buen alimento para el alma y el corazón.

A quien le guste la historia, no podrá obviar a André Maurois, un genial escritor francés, fallecido en 1969, que supo cultivar todos los géneros literarios, pero que se destacó por sus biografías noveladas, como por ejemplo, la del primer ministro inglés de la época victoriana, Benjamín Disraelí. Otro autor consagrado si de biografías se trata, es el alemán Emil Ludwig, escritor de una de las mejores biografías que se han escrito acerca de Napoleón. Y no podemos olvidar al austriaco Stefan Zweig, autor de «Magallanes». Zweig, aturdido por los avatares de la Segunda Guerra Mundial, viajó a Brasil junto con su esposa para escapar de los horrores de la guerra. Poco después, producto de ver a un mundo corrompido por la violencia y el fanatismo, se suicidó junto a su esposa tomando una dosis de cianuro. Por eso, muchas de sus biografías y sus numerosas novelas se caracterizan por una profunda introspección psicológica, tratando de encontrar el porqué de ciertos comportamientos del hombre. Un autor brillante, pese a su trágico y lamentable final.

Evelyn Waugh, inglés y alcohólico, tiene novelas fabulosas, como «Retorno a Brideshead» y «Los seres queridos». Su principal característica fue el humor negro y la sátira, sobre todo para criticar a la pedante sociedad burguesa de Inglaterra de los primeros años del siglo XX. Consciente de sus falencias como persona, Waugh siempre pidió ayuda y trató durante toda su vida de superar sus defectos y adicciones. Sus novelas son espléndidas.

Arthur Koestler, húngaro, excelente narrador, fue comunista durante gran parte de su vida, pero luego, comprobando que ese camino conducía a la destrucción del hombre, dedicó buena parte de su tiempo a relatar sus vivencias y sus experiencias, sobre todo en su «Autobiografía». Otra de sus obras más conocidas y difundidas fue «El cero y el infinito».

El español Torcuato Luca de Tena fue un brillante narrador, pero sobre todo, en sus obras se destaca el detalle de la descripción de espacios, situaciones y lugares, que le dan a sus novelas una magia especial, un «gancho» interesante, que atrapa al lector desde las primeras páginas. Ejemplos de ello son sus obras «Los renglones torcidos de Dios» «Carta del más allá» y «Edad prohibida», entre otras.

El gusto por la lectura también es saber seleccionar autores y no leer lo primero que viene a nuestras manos. La profesión de escritor se encuentra hoy algo devaluada; cualquier ignorante con ganas de contar algo publica un libro y se ha perdido cierto rigor a la hora de editar las obras. El predominio de lo esotérico, de la novela histórica sin ningún tipo de estudio previo y el lanzamiento a la fama de entusiastas charlatanes han hecho de la industria bibliográfica un nido de oportunistas que no se preocupa mucho por la calidad del producto, sino más bien si otorga réditos económicos o no. Sin embargo, gracias a Dios, hay unas cuantas editoriales que aun se preocupan por rescatar de las cenizas del olvido a quienes, con alma y corazón, transmitieron a través de sus obras, el verdadero valor de la persona humana.