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Amerindia, eficaz caballo de Troya en la última CELAM

La actividad «presionante» de los teólogos autollamados «asesores externos» del grupo «Amerindia» sobre los obispos que asistieron a la V CELAM en Aparecida, Brasil, tuvo su origen en la III CELAM de Puebla, en 1979, cuando entonces operaron desde una casa ubicada en la calle Washington # 14, conocida en su momento como el «centro de inteligencia de los teólogos radicales». Allí confluían al atardecer las notas de consulta enviadas discretamente, «entre la ropa sucia para lavar», desde la sede de la Conferencia ubicada en el Seminario Palafoxiano; que regresaban al día siguiente, «entre la ropa limpia y planchada», con nuevos argumentos.

Es interesante listar algunos nombres de los «asesores participantes»: Leonardo Boff, Gustavo Gutiérrez, Miguel Concha, Segundo Galilea, Jorge Uribe, Camilo Massice, Jorge Domínguez, Raúl Vidales, Enrique Marroquín, Renato Hevia, Joseph Comblin, Jon Sobrino, Luis del Valle, Ernesto Cardenal, Enrique Dussel, Ronaldo Muñoz, y los laicos José Alvarez Icaza, Luis Mayra y Luiz Alberto Gómes de Souza.

Años después, en 1992, durante la IV CELAM en Santo Domingo, se organizaron como red clandestina en «La Casa de los Padres Redentoristas»; ahí adoptaron el nombre de «Amerindia», concentrando, entre otros, a los clérigos Sergio Torres, Rolando Muñoz, Diego Irarrázaval, Javier Iguiniz, Neftalí Vélez, Francisco Moreno, Francis Chamberlain, Gastón Garaeta, Víctor Codina, Javier Gorostiaga, Eleazar López, Miguel Concha, Enrique Dussel, Ana María Tependino, Antonio Aparecido Da Silva, Jose Oscar Beozzo, Marcelo Barros, Manfredo Oliveira, Paolo Suess, Marcio Fabri Dos Anjos, Alberto Antoniazzi, Cleto Caliman, Gilberto Gorgulho, Israel Nery, y a los laicos José Alvarez Icaza, Luiz Alberto Gómes De Souza y Washington Uranga. Para la V CELAM en Aparecida, Brasil, también se organizaron como «grupo de presión», y «red de redes», desde un año antes del evento, bajo la batuta del P. Juan Bautista Libanio (primo de conocido «Frei Betto», Alberto Libanio). Ahí operaron desde la «Casa San Canisio», montando con una eficacia sorprendente, un «Caballo de Troya» que logró el acceso a la sede de la Asamblea, en el Santuario de Aparecida. Oficialmente participaron treinta asesores, destacando un fuerte contingente de «teólogos». Entre ellos están: Gregorio Iriarte, José Beozzo, Paulo Suess, Ronaldo Muñoz, José María Arnaiz, Sergio Torres, Pablo Richard, Pedro Acevedo, Eleazar López, Pablo Bonavía, Angel Caputo, Israel Nery, Oscar Elizalde, Victor Codina, Antenor Brighenti, Pedro de Oliveira, Benedito Ferraro, Markus Bücher, Eduardo de la Serna y Guillermo Meléndez.

Lo que ha sido una verdadera sorpresa y profundo disgusto en la Santa Sede y en los medios católicos latinoamericanos, es que el documento conclusivo elaborado por los obispos asistentes a la V CELAM, en Aparecida, haya sido divulgado por un órgano vinculado al episcopado brasileño. El mismo día, 11 de junio, en que se entregaba dicho texto al Papa Benedicto XVI, por parte de la directiva de la Asamblea como es norma y costumbre para su revisión y, en su caso, modificación, corrección o clarificación de algún punto que se considere oportuno, mientras debería mantenerse en reserva, se supo que el llamado CIMI, («Consejo Indigenista Misionero») de Brasil, había colocado la versión completa del documento en su página de Internet desde el pasado 4 de junio, para ser descargado por cualquiera de los usuarios en el clásico formato PDF.

El CIMI actualmente está bajo la responsabilidad del obispo de Xingu, Brasil, Mos. Erwin Kräutler, originario de Austria, uno de los 29 delegados brasileños a la reunión de Aparecida, que ya había participado también en la IV CELAM de Santo Domingo, en 1992. Desde 1979 fue electo como Secretario General y asesor teológico del CIMI, el padre Paulo Suess (considerado como uno de los padres de la «teología india») oriundo de Alemania y miembro destacado de «Amerindia» de los «teólogos de la liberación». El CIMI tiene una contraparte mexicana, el CENAMI («Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas»), dirigido por el «teólogo indígena» P. Eleazar López, de Amerindia, que colabora estrechamente con la «Comisión Episcopal de Pastoral Indígena» que preside Mons. Felipe Arizmendi, Obispo de San Cristóbal de las Casas. En abril de 2006, el CIMI, entonces presidido por Mons. Franco Masserdotti, Obispo de Balsas, Brasil y el Presidente de la Sección de Pastoral Indígena de CELAM, Mons. Felipe Arizmendi, asistidos entre otros por los teólogos de Amerindia, Paolo Suess y Eleazar López, organizaron el «V Encuentro Latinoamericano de Teología India», que produjo un documento conclusivo en el que destaca un párrafo muy revelador: «Al terminar este Encuentro queremos manifestar nuestra gratitud a todos aquellos que se solidarizan con las causas indígenas y con ellas se comprometen hasta las últimas consecuencias, en cada uno de los países de América Latina: el levantamiento de Chiapas, en México, el Movimiento Indígena en Ecuador, el empoderamiento indígena en Bolivia, las luchas por la propiedad de la tierra en Brasil, y el reconocimiento constitucional en Paraguay».

No hace falta estar muy informado de tantos detalles, para comprender la contradicción que hay, entre la genuina evangelización de los indígenas y las manifestaciones políticas y teológicas erradas de los que se aprovechan de los indígenas. Ellos son los que filtraron el documento de Aparecida, para después poder exclamar ante los previsibles cambios que le hagan en la Santa Sede, ¡esta es la expresión del «pensamiento único romano»!, ¡ésta es la imposición a los que creemos que «otra iglesia es posible»! En realidad lemas políticos copiados de sus aliados y cómplices «globalifóbicos».