conoZe.com » Ciencia y Fe » Persona » Vida Interior

La vida

Pese a que se suele hablar de ella como un don, algo maravilloso y único, es muy fácil tener a la Vida como algo supuesto. Despertarnos cada día, el transcurso de las horas que nos pasan, es algo tan corriente que nos sorprende la noche antes de siquiera ponernos a pensar en lo que hicimos o dejamos de hacer.

Estamos acostumbrados a vivir. Por eso nos enojamos cuando las cosas no nos salen bien, cuando se nos quita lo que nosotros consideramos que merecemos, aquello que «deberíamos» tener o ser. Parece que la Vida queda en el estrato inferior de nuestras necesidades cotidianas. Pensamos que mañana tal vez tengamos una vida mejor o peor, pero la Vida esta supuesta siempre.

Sin embargo, no lo está. En algún momento significativo de nuestra existencia se nos revela como lo que es, algo infinitamente frágil, y nos sale de repente una acción de gracias....que dura hasta el próximo pequeño o gran conflicto que nos surja. Esta falta de conciencia nos conduce de a poco a la tristeza y el desánimo con que muchas veces empezamos o terminamos nuestra jornada. Cerrados estamos a lo pequeño que hace grande nuestra vida, porque parece que sólo nos sorprende lo espectacular. Anhelamos que la gran felicidad toque por fin nuestra puerta pero le negamos que se cuele por la ventana en los minúsculos sucesos cotidianos.

Algunas veces, la rutina en la que nos creemos irremediablemente inmersos cambia, y entonces algo cambia dentro nuestro. No terminamos de entender porqué, pero en nuestro intento caemos en la tentación de pensar que lo malo es la norma y lo bueno, lo pasajero, aquello que sólo está para recordarnos que acabará. No culpemos a nadie de estas conclusiones, pues las construimos nosotros mismos. Elegir qué hacer con nuestra vida, o siquiera tomar una actitud frente a ella, es una elección profundamente personal.

Cuando, sin embargo, los acontecimientos nos exceden, la tentación es más profunda, pero Aquel que nos ama y nos regala la Vida no piensa en atormentarnos cada momento con desventuras. Los matices mismos son la esencia de la vida. Aunque no lo podamos ver en la inmediatez, Dios va tejiendo con distintos colores el diseño de nuestra historia. Cada día es una puntada nueva, especial, inscripta en este plan divino.

Nunca sabemos cual será la última, pero no se trata de estar pensando continuamente en que podemos dejar de existir de un momento a otro, llenándonos de una angustia que poco nos sirve para hacer de la mejor manera nuestras tareas habituales. El miedo es profundamente humano pero también es tentación que paraliza: nos fuimos creados para temer en un mundo lleno de amenazas. Alguien apuesta más por nosotros. Y la apuesta se renueva cada día, a cada instante, con la Vida que incondicionalmente recibimos.

Ahora en...

About Us (Quienes somos) | Contacta con nosotros | Site Map | RSS | Buscar | Privacidad | Blogs | Access Keys
última actualización del documento http://www.conoze.com/doc.php?doc=7586 el 2007-10-03 13:25:38