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Familia 2007. Mirar hacia atrás, mirar hacia delante

El Instituto de Política Familiar ha hecho público su informe sobre la Evolución de la Familia en España. Sigue la misma estructura de años anteriores y divide su informe en seis apartados: Población, Natalidad, Matrimonios, Hogares, Políticas Familiares y Propuestas que el mismo Instituto formula para conseguir una promoción integral de la institución familiar.

El informe no recoge datos del pasado año, que no están disponibles, sino de final del 2006, salvo en el caso del número de divorcios que facilita la cifra hasta septiembre de 2007. De todas formas, en el 2007 no se ha producido ninguna circunstancia que pueda haber alterado sustancialmente la evolución de la familia que continúa acentuando las mismas tendencias desde hace años.

Respecto a la población de España, se constata que al comenzar el 2007 se habían alcanzado los 45 millones de habitantes, debido básicamente a la inmigración que se ha cuadriplicado en seis años hasta los 4,5 millones de extranjeros. El crecimiento natural, por nacimiento de niños, solo representa el 9% de dicha cifra y de este porcentaje, no llega a un tercio el que corresponde a los españoles. Los dos tercios restantes son de los inmigrantes. Mientras que la población de españoles es cada vez más vieja, con un aumento constante de los mayores de 65 años y paralela disminución de los menores de 14, los emigrantes por el contrario son jóvenes, 8 de cada 10 emigrantes son menores de 45 años.

Los datos sobre natalidad mantienen la misma tendencia de años anteriores. Si el nivel de reemplazo generacional exige una tasa de natalidad de 2,1 hijos por mujer, España sólo alcanza el 1,37, por debajo de Francia (1,94) o Reino Unido (1,80) y por debajo de la media de la Unión Europea (1,56). Junto a estos datos, hay que resaltar el incremento constante de abortos. Más de cien mil al año, según datos de las autoridades sanitarias, por lo que seguramente serán muchos más. Cada hora, del día o de la noche, se producen 12 abortos, uno cada cinco minutos. El aborto continúa siendo la causa más importante de mortalidad. Además los hijos se tienen cada vez más tarde, ¡cuando se tienen!

El número de matrimonios por año está estancado, a pesar del aumento de población. Han aumentado los matrimonios en los que alguno de los cónyuges es extranjero. Las rupturas matrimoniales continúan en aumento. En los nueve primeros meses de 2007 se han producido casi 100.000 divorcios, el doble de los habidos en 2004 y por encima de todo el año 2005. Son rupturas definitivas, ya que la ley del divorcio exprés ha hecho descender las separaciones y aumentar los divorcios. Está claro que la contabilización de rupturas matrimoniales se refiere a parejas que formalizaron su matrimonio, pero no incluye a las abundantes parejas de hecho que no tienen nada que romper. Esta situación produce el constante aumento de hijos extramatrimoniales, casi un tercio de los nacidos lo son fuera del matrimonio.

La evolución de los hogares nos muestra que, aunque aumenta su número, disminuyen las personas por hogar (2,81 de media). Uno de cada seis es un hogar solitario y no llegan al 10% los que tienen más de cinco miembros.

Las políticas familiares no han sufrido ninguna variación favorable. A pesar del premio de natalidad de 2500 euros por parto y los cien euros por hijo menor de tres años, seguimos siendo el país de la UE que tiene menos prestaciones sociales y cada vez mas alejado del promedio europeo. Las prestaciones por hijo a cargo sólo se conceden dentro unos escasos límites de renta, por lo que 9 de cada 10 familias no tienen derecho a recibirlas. En la mayor parte de la UE estas prestaciones tienen carácter universal. Persiste la concepción individualista del IRPF que discrimina y penaliza a las familias. Una familia con dos hijos y en la que solo uno tenga trabajo remunerado pagará más IRPF que otra sin hijos en la que trabajen los dos.

Las propuestas del Instituto de Política Familiar se repiten cada año, lo que evidencia que no han sido tenidas en cuenta. Como novedades incluye este informe la petición de una revisión de la Ley del Aborto y de la Ley del divorcio exprés, la ampliación del permiso de maternidad, ayudas por la excedencia o reducción de jornada por cuidado de hijos y una reforma legislativa que establezca mecanismos para que los cónyuges sin trabajo puedan acceder a una pensión pública y el establecimiento de pensiones contributivas de jubilación para los que trabajen exclusivamente en el hogar, mediante concierto voluntario con la Seguridad Social.

La familia es la más importante institución social, anterior a cualquier otra, merece el máximo respeto y ayuda por parte de los poderes públicos. Todas las medidas que tienden a su debilitamiento y degradación ya están produciendo amargos frutos. Si queremos una sociedad mejor, es necesario que trabajemos por conseguir una familia estable y auténtica. El informe del IPF puede ayudarnos en esta tarea.