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¿Qué pasa con la educación diferenciada?
1. Introducción
Educación Diferenciada, ¿de qué estamos hablando? Veamos a grandes rasgos la situación en el mundo [1].
- Europa
- Alemania: Existen alrededor de 180 centros de educación diferenciada (ED), todos ellos privados. Aproximadamente el 3 por ciento de los estudiantes en centros de educación privada acuden a escuelas ED.
- Reino Unido: Se calcula que aproximadamente el 4 por ciento de los estudiantes acuden a centros de ED.
- España: El 1.7 por ciento de los centros privados son ED y atienden al 1.1 por ciento del total de alumnos del sistema educativo.
- Polonia: Hay 22 centros de ED de los cuales 20 son femeninos y 2 masculinos.
- Irlanda: El 26 por ciento de los centros educativos son ED, y atienden al 37 por ciento del total de alumnos del país.
- Francia: La educación privada acoge al 17 por ciento de los alumnos del país, de los cuales el 3 por ciento se encuentran en centros ED.
- Italia: Un 4 por ciento de las escuelas privadas son ED.
- Malta: Más del 26 por ciento del total de las escuelas del país son ED. Casi la totalidad de las escuelas secundarias públicas son de este tipo.
- América
- EU: Un 30 por ciento de los centros educativos del país, son privados. De estos, un 4.2 por ciento son ED: 2.4 por ciento masculinos y 1.8 femeninos.
- México: El 0.4 por ciento de las escuelas son ED, todas ellas son privadas.
- Oceanía
- Australia: Casi el 50 por ciento de las escuelas privadas son ED, y un 2 por ciento de las públicas también lo son.
La pregunta que a primera vista se nos presenta es la de si hay lugar para una educación diferenciada en el siglo XXI, dado que en la mayoría de los países se ha implantado preferentemente una educación mixta. Una segunda pregunta o razonamiento que viene a la mente es: ¿para qué reavivar este tipo de educación diferenciada, si seguramente su cambio se debió a un profundo estudio pedagógico?
Aquí viene la primera aclaración. Bien dice el dicho que «si no se vive como se piensa, se termina pensando como se vive». Éste es el caso de la educación mixta, que al contrario de lo que se asume o se supone, lejos de surgir de un razonamiento pedagógico, fue el resultado de una necesidad práctica, de economizar en instalaciones y profesorado. Así lo cuenta Michel Fize, sociólogo e investigador en el Centre National de la Recherche Scientifique: «Resumiendo. Pasamos entre 1960 y 1970-1975 de una «mixticidad» de necesidad, tolerada (...); después alentada, a una «mixticidad» que va a ser, más y más, de principio (después de 1968...); por último a una «mixticidad» oficialmente consagrada en 1975, en el momento de la introducción del colegio único por René Haby [2].
De esta manera, en muchos países, como lo hemos visto en la tabla, la educación mixta se ha convertido casi en la única opción educativa, sin contar con una investigación pedagógica que la avale como la mejor o más apta.
Frente a esta situación y al hecho de tantos problemas sociales de hoy en día, que en principio podrían disminuirse con una buena educación, como son la violencia en general y la de género en particular, por poner un ejemplo, han surgido un número cada vez mayor de investigaciones en las que se plantea la conveniencia y eficacia de este sistema frente a otro de educación diferenciada.
2. Educación diferenciada, ¿solución o problema?
¿Qué se piensa en general sobre la educación diferenciada?
- Sería retroceder a los años cincuenta del siglo XX, haciendo que se pierda el avance logrado con tanto esfuerzo por parte de las mujeres.
- Que es algo antinatural, puesto que el mundo es mixto.
- Que acentúa las diferencias entre los hombres y las mujeres, fomentando la discriminación de la mujer por razón de sexo.
- Que promueve los estereotipos sexuales, haciendo a los hombres más machos y a las mujeres más sumisas.
Apriorísticamente, se podría decir que la educación diferenciada parecería no ser una buena opción para el mundo de hoy. Sin embargo, un estudio serio no se queda en las impresiones a priori, sino que se ha de basar en una investigación más a fondo. ¿Qué se puede decir al respecto?
a. Educación diferenciada ¿un retroceso histórico?
Bien es cierto que el ingreso de la población femenina al mundo de la educación ha sido uno de los mayores avances de la sociedad en cuestión de justicia e igualdad. Esto ha permitido a las mujeres introducirse al mundo laboral y profesional, y ahora también al político. Basta con nombrar a las jefes de Estado actuales: Angela Merkel (científica), Ellen Jonson- Sirleaf (economista licenciada en Harvard, presidenta de Liberia), Michelle Bachelet (médico cirujano y pediatra, presidenta de Chile), Tarja Jalonen (abogada que va por su segundo mandato en Finlandia), Gloria Arroyo (presidenta de Filipinas), Vaira Vike Freiberga, ex presidenta de Letonia, doctorada en psicología, Cristina Fernández de Kirchner, presidenta electa de Argentina, además de las candidatas Hillary Clinton, y de Benazir Bhutto en Pakistán, asesinada durante la campaña electoral, y muchas más.
Lo que hace décadas era impensable o en el mejor de los casos, sólo un sueño, se ha convertido ahora en realidad. La cultura occidental actual ya ha cambiado. Ya se ha demostrado que tanto hombres como mujeres son capaces de realizar casi todas las actividades, si cuentan con la debida capacitación, por lo que sería casi imposible, y definitivamente impensable, regresar a un sistema educativo en el que no se preparara profesionalmente a la mujer. Ni ellas lo aceptarían, ni la economía de los países lo soportaría.
La educación diferenciada no busca retroceder, no ve al pasado, sino más bien al futuro. Busca ser una propuesta alternativa ante un sistema educativo que no distingue entre hombres y mujeres.
La palabra educación viene de dos raíces etimológicas:
Educare: guiar, conducir
Exducere: sacar fuera, extraer.
Viendo el significado de educare, nos quedamos con la idea de una educación que proporciona conocimientos, contenidos. Una educación, que en términos actuales, lleva al alumno a convertirse en profesionista, capaz de desempeñar un trabajo en la sociedad. Esto es muy loable, pero no suficiente.
Exducere, por su parte, nos muestra el lado más humano de la educación. Nos recuerda que la educación no es simplemente dar cosas desde fuera al educando como si fuera un disco duro al que puedo insertarle la información que yo quiera, esto sería la versión moderna de la tabula rasa de John Locke. La educación parte del propio educando, y busca potenciar las capacidades y cualidades del mismo. Exducere nos recuerda, que cada educando tiene su propia personalidad y que se trata de ayudarlo a formar ese potencial con el que ya cuenta. El educando no es un pedazo de mármol al que yo cincelo para darle una figura. El educando es una persona a la que yo he de acompañar para ayudarle a formar su personalidad.
De aquí se desprende, que la auténtica educación ha de ser personalizada o no es educación. Puede haber instrucción (impartir contenidos), pero no formación y mucho menos educación (en el sentido amplio de la palabra) entendiendo por ésta el proceso intencional que busca ayudar a la persona a llegar a su plenitud.
Una «educación unisex» puede dar contenidos, puede formar hábitos, pero no ayuda a la niña a desarrollar su genio femenino, como lo llamaba Juan Pablo II, ni al niño a desarrollar su auténtico genio masculino.
La educación diferenciada del siglo XXI no se refiere a los contenidos, pues estamos de acuerdo que tanto hombres como mujeres tienen la capacidad y el derecho a recibir la misma educación. La educación diferenciada del siglo XXI busca más bien, ofrecer tanto a los niños como a las niñas, un sistema educativo adecuado a sus propias necesidades y ritmo de desarrollo, para ayudarles a madurar y a encontrar su verdadera identidad en un ambiente y clima adecuados a cada uno.
Entonces, ante la pregunta de si la educación diferenciada implica un retroceso histórico, podemos decir que todo lo contrario: la ED representa un avance para el sistema educativo, cuando lo que se busca realmente es llevar a cada educando a su plenitud personal.
b. Educación diferenciada, ¿algo antinatural?
Aquí tenemos que limitar muy bien de qué tipo de educación estamos hablando. Al hablar de educación diferenciada, nos estamos refiriendo a la educación institucional, es decir, escolar, y únicamente durante un período de tiempo que va de la escuela elemental a la media superior (de los 7 a los 18 años aproximadamente).
Esto es importante, porque no se pretende separar a los dos sexos de todos los ámbitos de su vida, sino únicamente dentro de la escuela.
La escuela, a diferencia de la familia, es una institución no natural, podríamos decir que es artificial, si la queremos llamar de alguna manera. Los niños no nacen en escuelas, sino que estos centros son creados para ayudar a los padres de familia en la educación de los hijos. El que la escuela no sea natural, no quiere decir que sea antinatural. La escuela busca crear un ambiente formativo o educativo que ayude de la mejor manera a la educación de los alumnos. Así, se tienen salones homogéneos por edades, cosa que no es natural.
Yo nunca he visto una familia en la que todos los hijos tengan la misma edad. Ni tampoco he visto ciudades en las que se dividan las calles según las edades: en la calle A viven los ciudadanos de 20 años, en la B los de 21, y así sucesivamente. Estos grupos de edad homogénea no son naturales. En la vida real nos relacionamos con gente de distintas edades. Ahora bien, esto no quiere decir, que la agrupación de estudiantes por edades sea antinatural. No es natural, pero no va en contra de la naturaleza. Estos grupos homogéneos por edades hacen más eficaz la educación.
Imagínense un grupo en el que se tuvieran alumnos de entre 5 y 18 años al mismo tiempo y en el mismo lugar y con el mismo maestro. En unos inicios, la educación escolar empezó con grupos heterogéneos en cuanto a la edad. El paso de esa heterogeneidad a la homogeneidad resultó ser un gran avance pedagógico.
Lo mismo se podría decir de la educación diferenciada. Un grupo mixto cuenta con dos tipos de población, sobre todo en ritmos de desarrollo y en intereses.
Se puede decir que el motivo fundamental por el que se recomienda que la educación sea diferenciada en la escuela elemental, es por la diferencia en ritmos de desarrollo entre las niñas y los niños y por la diferencia de intereses. En la escuela media es muy recomendable, además de los motivos anteriores, para evitar distracciones y faltas al respeto mutuo por inmadurez, curiosidad, falta de dominio personal, por la presión del ambiente, etcétera, que después se pueden convertir en pautas de comportamiento adquiridas.
Entonces, ¿la educación diferenciada es algo antinatural? No, simplemente busca crear un ambiente formativo que cuente con grupos más homogéneos para asegurar la atención adecuada a cada alumno, y que al mismo tiempo evite distracciones innecesarias.
c. La educación diferenciada ¿acentúa las diferencias entre los hombres y las mujeres, fomentando la discriminación de la mujer por razón de sexo?
La ciencia cada vez más nos ayuda a comprobar lo que durante tanto tiempo fue algo evidente, pero que en las últimas décadas se empezó a confundir: que los hombres y las mujeres somos distintos. Tenemos la misma dignidad, las mismas facultades: inteligencia, voluntad, sensibilidad, libertad, capacidad de amar... pero cada uno desde su manera de ser hombre o de ser mujer. La mujer piensa, razona, siente, ama, como mujer, y el hombre, como hombre. Ninguna de las dos maneras es mejor que la otra. Simplemente son maneras complementarias de ser, y ambas han de ser formadas, potenciadas, desarrolladas, es decir, educadas.
La educación diferenciada no busca acentuar las diferencias, pero sí las respeta, no las oculta. En un grupo mixto se hacen más evidentes estas mismas diferencias, que si no son bien manejadas, pueden crear conflictos entre niños y niñas.
Sorprendentemente el peligro de la discriminación por sexo se puede dar más fácilmente en la educación mixta que en la diferenciada; ya que la escuela mixta tiene muchas más dificultades que la diferenciada para tener en cuenta las diferencias naturales entre hombre y mujer, y se puede causar perjuicio a los alumnos como ha puesto de manifiesto alguna investigación [3].
En una escuela mixta, siempre se tendrá que elegir entre hombres y mujeres para las diversas actividades, por ejemplo, para ver quién representa al colegio en algún concurso del distrito, y ahí se podría correr el riesgo de que alguien se sintiera excluido por cuestión de sexo. Por el contrario, en la escuela diferenciada, no existe la posibilidad de discriminar por sexo, sino por aptitudes. Si se escoge a una alumna para representar al colegio en el distrito, seguramente no fue elegida por ser mujer, pues todas las demás también lo son, sino por algún otro criterio de selección que el concurso haya marcado.
Contrario a lo que muchos piensan, en la escuela mixta, quien se encuentra en desventaja es el niño y no la niña. En España, por ejemplo, los chicos están 15 puntos por encima de las chicas en los índices de fracaso escolar [4]. En las universidades escocesas, el número de alumnas excede al de alumnos en 36 mil [5]. Mientras que en Estados Unidos, una profesora en la Universidad de Alaska, Judy Kleinfeld, ha pasado varios años investigando este fenómeno, llegando a la conclusión de que las chicas están motivadas, mientras que los chicos no tienen dirección. («The girls are driven; the boys have no direction") [6]. El profesor Bob Lingard, de Moray House School of Education at Edinburgh University concluye que las clases diferenciadas proveen el ambiente ideal para afrontar el problema de la percepción que los chicos tienen hoy en día sobre la masculinidad [7].
Entonces, ante la pregunta de si la educación diferenciada acentúa las diferencias entre hombres y mujeres, fomentando la discriminación de la mujer, podemos decir que al contrario, es un tipo de educación que quita la posibilidad de discriminar por sexo dentro de la escuela. Cada país tiene marcado un nivel mínimo de enseñanza que se ha de impartir a toda la población. Si éste se respeta en todas las escuelas, la educación diferenciada puede añadir el plus de hacerlo satisfaciendo las necesidades particulares de las chicas y los chicos.
d. La educación diferenciada, ¿promueve los estereotipos de género, haciendo a los hombres más machos y a las mujeres, más sumisas?
Existe actualmente toda una corriente que promueve la teoría del género en la que, a grandes rasgos, se dice que la mujer y el hombre no nacen, sino que se hacen. Esta teoría defiende el supuesto de que el género es independiente del sexo de la persona y que cada uno puede escoger el propio. Simplificando, podemos decir que se regresa a lo que decíamos antes: la persona es como una computadora a la que se le inserta el disco y sale hombre o mujer. De esta manera, quienes promueven esta ideología luchan por una educación unisex en la que todos reciban la misma información, el mismo trato y la misma influencia para que en ese modo, pueda cada uno realmente escoger su género y los roles que quiere jugar en la vida.
No es el caso de desmantelar esta postura paso a paso, pero sí de poner algunos ejemplos. Yo he tenido la experiencia de ser docente por más de 15 años, y la he tenido tanto en grupos mixtos como separados. Además he dirigido preescolares mixtos y colegios diferenciados. Les puedo decir que quienes sostienen esta teoría del género seguramente no han vivido la experiencia docente.
La dinámica de una clase es totalmente diferente tratándose de un grupo de chicos, que de uno de chicas, que de uno mixto. Los tres grupos pueden llegar a los mismos resultados, pero definitivamente, no de la misma manera. Recuerdo dos grupos muy especialmente. Eran mixtos, yo daba clases de inglés en un centro de idiomas, por lo que eran heterogéneos en todos sentidos: sexo y edad. Lo que contaba era el nivel de inglés. La mayoría de los grupos que tuve estaban muy mezclados, pero hubo dos grupos que recuerdo muy bien.
En uno, había 15 alumnas, de diversas edades, y 2 alumnos de 11 años. La dinámica que mejor servía con ellas, era encontrar las preguntas adecuadas para que platicaran o escribieran algo usando el vocabulario o el tiempo gramatical requerido. Eran muy divertidas las clases, pues todas participaban mucho, y nos la pasábamos muy bien cumpliendo con los objetivos. A los dos pobres alumnos, les necesitaba dar ejercicios extra para mantenerlos entretenidos y ocupados, pues ellos no hablaban tanto como las niñas y si se aburrían, se portaban muy mal.
Pasó el semestre y me tocó otro grupo, ahora con 17 varones y tres niñas. Esta vez no funcionaban los temas de conversación. Siendo los mismos contenidos que el semestre anterior, mi clase se volvió, por necesidad, muy dinámica, con actividades que hacían a los niños pasar al pizarrón, levantarse, moverse, no dejábamos ni un minuto ocioso. Las niñas y yo terminábamos exhaustas, pero era una clase muy divertida y con mucho provecho. Los demás grupos que estaban más combinados eran buenos pero ninguno sobresale tanto en mis recuerdos, pues al tener un alumnado tan mezclado, era difícil hacerlo tan interesante, como en estas dos clases en que los grupos eran más homogéneos, no en cuanto edad pero sí en cuanto al sexo.
En estos dos grupos, pude notar que no había poses, en el primero, las alumnas platicaban libremente sin cuidarse tanto por la opinión que pudieran dar a sus compañeros, eso sí, platicábamos mucho sobre los niños y los novios, pero abiertamente, sin tener que quedar bien con ellos. No había ese distractor en concreto, puesto que los dos niños eran todavía pequeños, y ellas eran más sencillas, más libres, sin cuidar tanto las apariencias. En el segundo grupo, todos entraban parejos en las dinámicas y juegos, desde los de 17 hasta los de 9 o 10. Las tres alumnas eran igualmente muy pequeñas, por lo que no distraían a los niños y nos la pasábamos muy bien en la clase, atendiendo a los temas sin otra preocupación que aprender inglés.
En los otros grupos, tanto ellos como ellas eran más luciditos, siempre haciendo comentarios para llamar la atención, algunos sin participar mucho para evitar la crítica. No era lo mismo. En el grupo mixto, cada uno tiende a actuar como considera que debería hacerlo según su sexo, y es más fácil que se fijen los estereotipos.
En cuanto a estereotipos de actividades, contrario a lo que la mayoría se pudiera imaginar, son las escuelas mixtas las que los promueven más, porque delante de las chicas, los varones no se atreven a hacer algo considerado como femenino y viceversa, mientras que separados, lo pueden intentar más fácilmente [8]. Si en un grupo mixto, por ejemplo, se monta una obra de teatro, muy probablemente se dejarán los aspectos más técnicos de iluminación... a los chicos, y los más manuales, como el de hacer el vestuario a las chicas. Mientras que si se monta en un grupo de puras chicas, serán siempre mujeres las que preparen la escenografía, la iluminación, las que actúen. Y lo mismo sucederá si son únicamente chicos.
Entonces, a la pregunta de si la educación diferenciada promueve los estereotipos de género, haciendo a los hombres más machos y a las mujeres, más sumisas, podemos decir que no. Este tipo de educación, por el contrario, ofrece una mayor oportunidad a cada alumno de ejercitar sus propias cualidades y de desarrollar sus intereses sin tener que cuidar tanto su imagen.
¿Se puede decir entonces, que la educación diferenciada es la solución absoluta?
No. Hace más fácil la solución, pero el simple hecho de separar, aunque sí quita riesgos, no lo es todo, es necesaria toda una labor formativa intencional para lograr una óptima educación.
3. Ventajas de la educación diferenciada:
Siguiendo un estudio realizado por María Calvo, se puede concluir lo siguiente:
¿Por qué se piensa que la educación diferenciada es necesaria?
Los niños y las niñas aprenden a ritmos distintos y tenerlos juntos en una clase no ayuda a que cada uno vaya a su ritmo.
- Los niños
- Los niños, generalmente, son más lentos en el aprendizaje y su rendimiento se ve gravemente afectado en presencia de las niñas que son más rápidas.
- Los chicos, además, tienden a ser más activos, a necesitar más movimiento, tienen menor capacidad de concentración y necesitan cambiar de actividad más rápidamente que las chicas. Cuando se les compara en el salón de clases, se tiende a juzgar al niño como más indisciplinado frente a las niñas por estas mismas características.
- El chico se puede ver desmotivado a estudiar y hasta puede dejar la escuela al ver su bajo rendimiento frente al de las chicas.
- Los chicos tienden a imponerse y llegada la adolescencia pueden molestar o acosar a las chicas.
- Las niñas:
- Las niñas tienden a tener más baja autoestima y el tener la presión de los chicos en el salón, suele bajárselas todavía más.
- En la adolescencia se ven obligadas a aceptar molestias o acosos por parte de los chicos como si fuera algo normal.
- Los estereotipos se promueven más, pues delante de las chicas, los chicos no se atreven a hacer algo considerado más femenino y viceversa, mientras que separados, lo pueden intentar más fácilmente.
Ventajas de la educación separada
- Los grupos son más homogéneos, por lo que pueden ir cada uno a su ritmo, lográndose un mayor rendimiento.
- Hay más serenidad por parte de todos al no tener la presión de querer quedar bien con los del otro sexo.
- La disciplina es mejor, puesto que cada grupo va a su ritmo y las actividades van más conforme a los gustos, intereses y necesidades del grupo.
Notas
[1] Estudio realizado por la European Association Single-Sex Education (EASSE). Los datos recogidos en este estudio incluyen estadísticas e informes realizados entre los años 1999 y 2005, siendo datos aproximados. Las fuentes a partir de las cuales se ha llegado a estos datos han sido: Ministerios de Educación, Institutos oficiales y organizaciones privadas que agrupan a familias o centros educativos privados. Cfr. E. Vidal, Educación diferenciada, diferentes, iguales, ¿Juntos? Ariel, Barcelona, 2006, p. 265 — 270.
[2] M. Fize, Una revisión, en Educación diferenciada, diferentes, iguales, ¿juntos?, Ariel, Barcelona, 2006, p. 67.
[3] C. Hoff Sommers, The War against Boys: How Feminism Is Harming Our Young Men; Michael Thompson et al., Protecting the Emotional Life of Boys; JOHN NIKKAH, Our Boys Speak; WILLIAM S. Pollack, Real Boys' Voice; S. Kraemer, The fragile male, en: "British Medical Journal", 2000, 1609-1612; Candace Heyward, Catching up: gender values at a Canadian independent school for girls 1978-93, en: "Gender and Education" 7:2, 1995, pp.189-203; American Association of University Women, How schools short-change girls. Washington, DC, 1992; D.EDER, The cycle of popularity: Interpersonal relations among female adolescents, en: "Sociology of Education", 1985, pp.58, 154-165; F.A.MAEL, Single-sex and coeducational schooling: Relationships to socioemotional and academic development, en: "Review of Educational Research", 68:2, 1998, pp.101-129; N.M. Monaco, E.L. Gaier, Single-sex versus coeducational environment and achievement in adolescent females, en: "Adolescence", 1992, pp.27, 579-94; A.W. Astin, On the failure of educational policy. "Change", 1977, pp.40-45; D.G. Smith, Women's colleges and coed colleges: Is there a difference for women, en: "Journal of Higher Education", 1990, pp.61, 181-197; M.A. Payne, E.H. Newton, Teachers' and students' perceptions of the major advantages and disadvantages of coeducational secondary schooling, en: "Australian Journal of Education", 34, 1990, 67-86; R. Hawley: A case for boys' schools; A D.K.HOLLINGER, R.ADAMSON (Eds), Single-sex schooling: Proponents speak, 11-44. Washington, DC: U.S. Department of Education; H.Berman, K. McKenna, C. Arnols, et al., Sexual harassment: everyday violence in the lives of girls and women, en: "Advances in Nursing Science", 22:4, 2000, pp.32-46.
[4] Mariano del Castillo, director del Instituto de Técnicas Educativas, subraya estos datos en La Razón, 30-09-2007 que, en los índices de fracaso escolar, los chicos están 15 puntos por encima que las chicas
[5] The Scottish Executive statistics showed that since 1998 the female student population at Scottish universities has increased by 11%, but by only 1.4% for males, en: The Sunday Herald, 07.05.2006.
[6] L. Sax, Young Women These Days Are Driven but Guys Lack Direction, en: The Washington Post, 31-03-2006
[7] E. Langlands, How can we close the gender gap in schools and improve boys' attitude to learning? En: The Sunday Herald, 07-05-2006
[8] Cf. M. Calvo Charro, Los niños con los niños, las niñas con las niñas, Almuzara, España, 2005.
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