» Ciencia y Fe » Persona » Ideas » Serie 2008

La moral natural

La moral cristiana ocupa un lugar destacado en la sociedad occidental y muchas veces se la identifica con la moral a secas. Forma un conjunto que abraza a la vez la moral natural y los datos de la revelación. Para evitar confusiones, será útil precisar el sentido de estos términos.

La moral natural es el conjunto de reglas de acción derivadas de la naturaleza del hombre. Si la naturaleza impone comer y beber, habrá una regla del comer y del beber; si la naturaleza impone al hombre reflexionar, existirá una regla moral de reflexión.

La noción de moral natural es propia de la naturaleza cristiana, en cuanto se distingue de la moral revelada de origen sobrenatural. Los que no son cristianos, no conocen mas moral que la moral natural, por eso no la especifican y hablan de moral a secas, pero nosotros los cristianos poseemos una revelación que nos proporciona cierto número de reglas morales, basadas en otro fundamento, y distinguimos la moral natural de la moral religiosa revelada.

En la moral religiosa, que es para el cristiano una moral revelada, hay también una elaboración racional. La teología implica una reflexión racional aplicada a las verdades reveladas. El término «racional» puede confundir. Algunos toman racional como sinónimo de intelectual, y hablan de racional siempre que haya operación de la inteligencia. Otros limitan lo racional a aquella parte de la actividad intelectual que procede por razonamiento. El cristianismo considera su fe racional en cuanto concuerde con la razón y ésta le de su adhesión, pero también da su adhesión a Cristo; cree cuanto Cristo enseña. Así, partiendo de verdades la teología razona a partir de estas verdades.

La moral natural y la revelada se imponen al cristianismo. La revelación sanciona y sostiene con su autoridad la moral natural, ambas son inseparables; el abandono de la moral natural corrompería al cristianismo. La Iglesia, por ello, debe velar porque la moral mantenga su pureza, y añade el peso de su autoridad a la inteligencia natural de los problemas. La moral natural se impone a los cristianos por dos motivos: en primer lugar, por sí misma en cuanto moral natural que corresponde a las exigencias del espíritu humano, y en segundo lugar por la revelación. La moral forma un todo, ya que no hay mas que una moral, una norma de vida.

La moral cristiana es la norma de vida de los cristianos. El cristiano tiene conciencia de hallarse en posesión de una doctrina moral incomparable y este conjunto doctrinal no se encuentra mas que en el cristianismo, por eso no hay vida moral fuera de la Iglesia y la moral se derrumba cuando se abandona la fe.