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El Vaticano denuncia el uso de «términos ambiguos» para hablar de familia y vida

Los cardenales López Trujillo, presidente del Pontificio Consejo para la Familia, y Rouco Varela presentaron hace unos días en la Universidad San Pablo-CEU la edición castellana del «Lexicón», publicado por ediciones Palabra. Más de 1.100 páginas, 98 voces escritas por 77 especialistas de lenguas diversas (española, italiana, francesa, inglesa...) y de todas las disciplinas (teólogos, moralistas, filósofos, juristas, psicólogos, sociólogos, demógrafos, médicos, biólogos, farmacólogos) componen la obra, un «instrumento de diálogo para posibilitar el único acceso a la verdad», como afirmó López Trujillo.

Madrid. Ante la hostilidad y tratamiento deformado de la familia, el «Lexicón» supone un «gran esfuerzo de humanización», según declaró el cardenal López Trujillo. Autores como el propio Trujillo, monseñor Cañizares, Sgreccia, Gary S. Becker, Schooyans, Serra, D'Agostino, Caffarra, Cottier o Scola, entre otros, desfilan por sus páginas.

Ante la manipulación conceptual que genera confusión y que aleja al hombre de la verdad, la obra se presenta como de «extraordinaria utilidad» según afirmó Rouco Varela. Así, se tratan voces como «salud reproductiva», «sexo seguro», « tolerancia e inquisición laica», «reconocimiento jurídico de uniones entre homosexuales», «derechos sexuales y reproductivos», «dignidad del embrión humano», «educación sexual»... LA RAZÓN ofrece un pequeño desglose de algunos de los términos más importantes.

Derechos sexuales. «Son definidos en términos de poder y recursos: el poder de tomar decisiones informadas sobre la propia fertilidad, la procreación y cuidado de los niños, la salud ginecológica y la actividad sexual, así como los recursos para poder llevar a cabo esas decisiones de modo seguro y efectivo . Dos claves conceptuales acompañan estos derechos: su vinculación a la elección, entendida como esencia de la libertad, lo que ya apunta al contexto ideológico liberal-radical, y su vinculación con la salud y el bienestar de la mujer, lo que los vincula con la lógica feminista» (José Antonio Peris).

Células madre. «El posible uso terapéutico de las células troncales embrionarias supondrá siempre sacarlas de su contexto natural —un embrión en desarrollo — madurarlas y transferirlas al enfermo». «En toda la experimentación animal realizada transfiriendo al animal células embrionarias se han producido tumores». «No existen tratamientos para la enfermedad de Parkinson, ni Alzheimer, ni ninguna otra, basados en células madre embrionarias, ni en la potencial clonación terapéutica , como se presenta a la opinión pública. No han dado resultados fiables los experimentos con animales. Las pruebas de transplante de células germinales de feto humano produjeron más daños que las mejoras que se pretendían respecto al Parkinson» (Natalia López Moratalla).

Contragestación. «Con el término contragestación se indica una serie de productos de acción abortiva que se utilizan en las fases más tempranas del embarazo y que, a diferencia de los interceptivos, actúan también tras completarse el anidamiento del embrión en el endometrio del útero. ¿Por qué no se les llama abortivos? Porque, al sustituir el término aborto por el de contragestativo se pretende evitar que el receptor recuerde un hecho dramático —el aborto, o lo que es lo mismo, la supresión de un individuo — , haciéndolo menos brutal». «Se destruye la vida con sólo tomar una píldora: este hecho compromete menos, desde el punto de vista psicológico, que el aborto quirúrgico y la mujer apenas percibe la gravedad del acto que comete» (Maria Luisa di Pietro).

«Matrimonio» de homosexuales. «Si se reconoce en los homosexuales el derecho de unirse en matrimonio, es porque el legislador no ha examinado con el necesario cuidado ni la identidad, ni la naturaleza, ni las circunstancias de esas personas, como tampoco del matrimonio con el que aquella unión se equipara» (Aquilino Polaino-Lorente).