Young Adult
Título Original: Young Adult
Año de producción: 2011
País: EE.UU
Dirección: Jason Reitman
Intérpretes: Charlize Theron, Patrick Wilson, Elizabeth Reaser, Patton Oswalt, Collette Wolfe, Jill Eikenberry…
Guión: Diablo Cody
Música: Rolfe Kent
Fotografía: Eric Steelberg
Distribuye: Paramount
Duración: 97 min.
Público apropiado: Adultos
Género: Comedia, Drama
Estreno en España: 17 de febrero 2012
Sinopsis
Mavis Gary es una escritora de literatura juvenil que recibe una invitación a la fiesta de elección de nombre de la hija de Buddy Slade, su antiguo novio del instituto. Aún enamorada de él y disgustada con su propia vida, decide volver con esa excusa cuando sus verdaderas intenciones pasan por recuperar a Buddy, a quien en su inmadurez e imaginación ha atribuido una vida desgraciada para la cual ella sería la solución. Toma como confidente de su plan a Matt, un antiguo compañero de estudios que fue víctima de una brutal paliza aquellos años por la que quedó lisiado de por vida. Él, contrario a los planes de la hermosa y chiflada Mavis, deberá ejercer de mediador y hacerle ver la cruda realidad de la vida.
Críticas
[Enrique Almaraz Luengo - Colaborador de CinemaNet]
Mavis Gary es una escritora de literatura juvenil que recibe una invitación a la fiesta de elección de nombre de la hija de Buddy Slade, su antiguo novio del instituto. Aún enamorada de él y disgustada con su propia vida, decide volver con esa excusa cuando sus verdaderas intenciones pasan por recuperar a Buddy, a quien en su inmadurez e imaginación ha atribuido una vida desgraciada para la cual ella sería la solución. Toma como confidente de su plan a Matt, un antiguo compañero de estudios que fue víctima de una brutal paliza aquellos años por la que quedó lisiado de por vida. Él, contrario a los planes de la hermosa y chiflada Mavis, deberá ejercer de mediador y hacerle ver la cruda realidad de la vida.
La sinopsis facilitada por la distribuidora oculta modesta y equivocadamente que nos encontramos ante una película que va mucho más allá, profundizando su guión en tono de comedia amarga en los sentimientos de la escritora y un poco también de la vecindad. En la localidad gris y aburrida todos tienen a Marvis por una triunfadora, prolongando el rol que desarrollara en el instituto granjeándose envidias y enemistades muchas veces de manera justificada por sus propias actitudes. Para sus antiguos vecinos, Marvis ha dado con éxito el salto a una gran ciudad y lleva a cabo una profesión que requiere mucho talento, como la de escritora. Pocos se imaginan que en la editorial no deja de ser el ‘negro’, que los plazos de entrega la acucian y que la franquicia toca su fin. En el fondo, es una amargada divorciada, distanciada de sus padres, sin amigos ni seres queridos más allá de sí misma y que ahoga su inmadurez en alcohol mientras se muestra arisca y desagradable con todo su entorno.
Charlize Theron ofrece todo un recital en la piel de la protagonista, según ella uno de los más complejos y mejores de su carrera, «un ser humano horroroso», en palabras del director Jason Reitman, quien ha apuntado como elogio a la actriz: «con Charlize uno entiende por qué Mavis está destrozada». Al menos esta vez el argumento solamente la ha afeado el comportamiento y no su inmaculado físico, difícil de estropear. El personaje a reivindicar es el de Matt, interpretado por Patton Oswalt, a quien le toca la difícil misión de convertirse – o intentarlo – en la voz de la conciencia de Mavis.
Ella, que apenas reparó en su existencia durante su juventud, tiene que escuchar ahora de sus labios todas esas verdades y carencias que se niega a reconocer. Su reacción recurrente pasa por el ataque, con impertinencias y salidas de tono en ocasiones crueles sin medir el daño que tampoco desea hacer – cree que su belleza se basta para un perdón que no pide –, con las que al final no hace sino dar la razón a su impedido nuevo y único amigo. Así, entre copa y copa y monótonas partidas de billar transcurre la vida de los «adultos jóvenes» – por este orden, pues aquí no hay conmutatividad – que deberán aprender a pasar página, madurar y seguir adelante, la única manera de progresar y crecer.
No es la mejor comedia ni tiene intención de parecerlo, pero sí una historia sobre patitos feos, cisnes heridos y sueños rotos mientras el cronómetro avanza inmisericorde hacia una madurez, por imperativo, a asumir. Como lo definió la protagonista, es un cuento que al final muerde. Se puede añadir más: es un cuento áspero y triste que abre una puerta a la esperanza.
[decine21]
Inmadurez permanente
Mavis es una inmadura treintañera divorciada, autora de libros juveniles -para jóvenes adultos-, que se fue de su pueblo en Minnesota para triunfar en Minneapolis, la Pequeña Gran Manzana. Si lo ha logrado resulta más que discutible, pues vive completamente fuera de la realidad, sin hijos ni compromiso, con la sola compañía de una perrita. Un correo electrónico que le anuncia la paternidad recién estrenada de Buddy, su antiguo novio en el instituto, despierta en ella la fantasía de recuperarle, aunque se trata de un hombre casado, ya establecido, y enamorado de su mujer. De modo que vuelve al lugar de su infancia, también con la excusa de terminar su nuevo libro, para el tiene pocas ideas.
El director Jason Reitman vuelve a formar tándem con la guionista Diablo Cody, con quien hizo Juno, ganadora del Oscar al mejor libreto original. Como en ese título o en Up in the Air, se agradece el esfuerzo por ahondar en las perplejidades de una sociedad contemporánea muy despistada, donde abunda la frustración, faltan los ideales y sobra el ombliguismo, la mirada permanente a uno mismo. Éste es el mal que aqueja precisamente a Mavis, una mujer atractiva, con buena cabeza, pero incapaz de traspasar las paredes de su yo, hasta el punto de ver en Matt -un antiguo compañero de instituto que aún se lame las heridas de un hecho que le cambió la vida- los defectos que ella misma tiene corregidos y aumentados.
Tragicomedia agridulce con pesimismo de fondo, la película tiene su interés, la narración es fluida, y presenta una buena galería de personajes, pero no funciona tan bien como los títulos antes citados, el desencanto la lastra de modo irremediable. Charlize Theron compone bien a la egocéntrica y patética Mavis, pero Cody marca su destino por obra y arte del guión de un modo terrible a nuestro entender, no existe compasión, y ello hace difícil que el espectador pueda empatizar con el personaje. Mientras que entre los que les rodean, el más trabajado es el personaje de Matt, interpretado con talento por el desconocido Patton Oswalt, que es una especie de Pepito Grillo para Mavis, pero sin excesiva autoridad moral. El juicio de Mavis sobre los que se quedaron en el pueblo, muchos de ellos contentos con sus vidas, aunque desde fueran puedan parecer mediocres, es terrible e implacable.
Del director
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