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El secreto de los McCann

Sinopsis

A nuestro protagonista adolescente (Walter) no le gusta la idea de que su madre lo deje en casa de sus tíos a pasar el verano. Obligados por las impuestas circunstancias los dos hombres mayores y el muchacho empiezan a conocerse y descubren lo enriquecedora que puede ser esa relación. El verano se volverá mágico y se llenará de aventuras (pasadas y presentes), creando entre ellos un vínculo imperecedero.

Críticas

[Pilar Madrigal - Colaboradora de CinemaNet]

Ésta simpática película te hace sonreír desde el principio hasta el final, y en el proceso de desarrollar su argumento tiene tiempo para emocionarte, sorprenderte y hacer que te pongas serio. Todo en uno.

El elenco de actores es de mucha calidad, y ellos se encargan de hacer creíble una historia que parte de la realidad de los años sesenta en una granja de Tejas (USA). Los dos hermanos han tenido unas vidas apasionantes, pero cuando se tienen que hacer cargo de su sobrino-nieto no lo parece. El chico de catorce años sólo ve una casa vieja alejada del pueblo y a dos ancianos hoscos y un tanto rudos, a los que no conoce y que de entrada le producen desconfianza. Pero a medida que conviven estos dos sorprendentes hombres tendrán la gentileza de cuidarlo en sus necesidades básicas (alojamiento y comida), y también le harán partícipe de sus actividades, tan variadas como plantar un huerto, cazar o espantar a vendedores inoportunos y parientes codiciosos.

El tono es muy humorístico, con un punto de excentricidad que encaja bien con la personalidad de los hermanos McCann. El guión salta entonces en clave de cuento relatado a las aventuras propias del cine clásico ( espadas, desiertos, guerras, princesas…) que en realidad han sido la vida de ambos en el extranjero durante su juventud y madurez. Puede que esta historia no resultara interesante si no fuera por la suavidad que Michael Caine imprime a su Garth McCann y la gallardía y valor de un Robert Duvall con mucho carácter en su papel de Hub McCann. Incluso Haley Joel Osment, creciendo desde su personaje de niño asustado en El sexto sentido, les sabe dar buena réplica a estos dos pesos pesados del séptimo arte.

Hay ternura y buenos sentimientos, mucho amor entre los hermanos y después hacia el pariente al que adoptan con generosidad. La fantasía de tantas aventuras hace volar la imaginación y recuerda películas clásicas, y libros de niñez y juventud. Incluso el mayor de los McCann ejerce de padre y trata de educar a otros jóvenes en valores como el honor, la verdad, el amor, la responsabilidad, el respeto…tan permanentes y necesarios en la vida de toda persona de bien.

El final incluye sorpresas y todo el conjunto de la película hace pasar un rato muy agradable y divertido.

[decine21]

Viejos chiflados

Walter va a pasar el verano lejos de su frívola madre en una finca pérdida de Texas. Allí viven sus excéntricos tíos, dos viejos hermanos cascarrabias de los cuales se cuentan numerosas leyendas, entre ellas que en su juventud fueron atracadores de bancos, asesinos a sueldo o criminales de guerra.

Al principio, Walter se siente rechazado, pero no tarda en ver el lado bueno de sus tíos, al tiempo que descubre la vieja fotografía de una exótica mujer. Poco a poco la convivencia entre los tres se convierte en una especie de novela narrada, un mundo de aventuras orientales llenas de amor y honor, que, sean verdaderas o no, ayudarán al joven a descubrir su lugar en el mundo y a tomar partido en el mundo de los adultos.

El director y guionista Tim McCannlies muestra con acierto el mundo impresionable de la imaginación infantil y hay que agradecer que haya podido contar con dos pesos pesados como Duvall y Caine para hacer creíble esta especie de cuento de hadas en plenos años sesenta.

Una original comedia nostálgica para toda la familia, con algunos momentos muy divertidos, como los de la pelea en el bar o el recibimiento de los McCann a los visitantes.