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Por que «Crepúsculo» apesta

Estoy molesto con el relativismo moral. Estas profundas emociones dentro de mi no se deben simplemente por que el relativismo es una visión del mundo ridículamente aburrida, diseñada con el único propósito de justificar pequeñas inmoralidades sin las agallas para defender inmoralidades graves. No, estoy molesto por que nos mintieron. Sus promotores dijeron –con rostros visiblemente largos– que si tan solo nos diéramos cuenta que nuestras singulares concepciones del bien y del mal eran personales y no universales, y si lo correcto y lo equivocado pudieran ser tratados como una cuestión de gusto y no de fanatismo religioso, entonces el mundo sería un lugar mejor. Nos gustaría prosperar, sacudirnos las concepciones tradicionales del mal que esclavizan nuestra mente y estar abiertos a la nueva y excitante exploración del espíritu humano. Todo esto suena maravilloso. Lo que en realidad nos dieron fue la Saga Crepúsculo.

El cuarto libro de Crepúsculo – Si, fue también mi reacción

Es cierto. Todo el movimiento del relativismo puede ser definido de manera aproximada como un ataque a los cuentos de hadas. Si san Jorge mató al dragón, el relativista será la persona que pedirá a san Jorge para ver las cosas desde el punto de vista del dragón. El se llevaría a Frodo a un lado para decirle «Mira, ¿cómo sabes que el anillo es malvado y que tus acciones son buenas? El bien y el mal son ideas manufacturadas por la sociedad que crean conflicto. Lo que tu crees que esta mal podría no ser lo que Sauron cree que esta mal y, francamente, es un poco pretencioso de tu parte el imponer tan arduamente tu moralidad a él así como todo este asunto de la destrucción del anillo.». Podrás decir que exagero pero mira – por el amor de Dios – el estado de nuestra literatura popular.

Vampiros, dragones, hombres lobo, zombies, éstas cosas una vez personificaron el mal. Hicieron tangibles para nosotros verdades espirituales. Aparecían en los cuentos de hadas y en las fantasías por que no había duda de eran malvados –el mal estaba en su naturaleza. El pecado es pecado y un hombre lobo es un hombre lobo. Matar un dragón era triunfar sobre la codicia. Matar a un vampiro era expulsar a Satanás. Existía en la literatura un simbolismo y un sacramentalismo, un adorable retrato del bien y mal objetivos y la lucha del hombre caído entre los dos. ¿Y cuál fue el resultado? Beowulf, Drácula, El Señor de los Anillos, Las Crónicas de Narnia, por nombrar solo algunos.

Con la difuminación del bien y del mal en invenciones humanas subjetivas vino la necesidad de desdibujar los personajes que representan el bien y el mal. Así fue como los dragones, anteriormente codiciosos, se convirtieron en el mejor amigo del hombre y los elfos obtuvieron un cambio de imagen humanista, secular y de amor libre en la Trilogía Inheritance de Paolini [Christopher, N. de. T.]. Los vampiros y hombre lobo – que una vez asustaron lo suficiente como para convertirte al Catolicismo – se volvieron brillantes y sexys en la Saga Crepúsculo. Y, en un movimiento que seguramente arruinará mi vida, los zombies serán sensuales, amorosos y en sintonía con sus emociones en una película tipo Crepúsculo llamada Warm Bodies (Sin título en español todavía, N. del T.).

Para ser claros, no estoy molesto por que los libros y los filmes representan la perversión de unos géneros sagrados. Estoy molesto por que apestan. Apartarse de un género artístico es un ejercicio bueno y valioso. Pero para que sea bueno, se requiere conocer y basarse en dicho género. [La obra poética] «La tierra Baldía» de T.S. Elliot (Waste Land, el título original en inglés, N. del T.) funcionó, no por qué el exclamara «toda la poesía tradicional está vergonzosamente esclavizada y trillada y ¡YO LA LIBERARÉ DEL PATRIARCADO!» sino debido a que estaba inspirada en poetas como Dante. Es el reconocimiento de un género lo que hace posible un género nuevo. El relativismo moral niega la existencia de una estructura del mal objetivo y luego trata de escribir un libro para romper dicha estructura. ¿No es esto lo que Meyers [Stephenie, autora de la Saga, N. del T.] hizo? Había un símbolo moral objetivo – Vampiro igual a Mal – y trató de romperlo sin haber estado nunca inspirado en él. En su entrevista con [la revista] Entertainment Weekly: «¿Ha leído Drácula de Bram Stoker? No, pero la tengo en mi lista.» ¡Por Dios mujer!

Si Meyer se hubiera inspirado en el concepto Católico de un vampiro como un anti-Cristo, quizá les hubiera podido dar al mundo algo remotamente interesante en sus giros a los monstruos. Como resultado, se cimentó firmemente en un arenal de emociones hormonales y de satisfacción de los deseos e hizo millones diciéndoles a las jovencitas que esperaran a que un chico impecable con ‘pectorales perfectamente tonificados’ las observara mientras dormían. Así es el amor. Es verdad que la perversión terrorífica del bien y del mal puede ser pecado, pero al menos sería un pecado digno de ser leído. La negación vaga y relativista del bien y del mal que se manifiesta en nuestra literatura popular ni siquiera puede reunir esto. Así que, seamos claros.

Crepúsculo hubiera tenido una oportunidad si contuviera una distinción clara del mal y del bien pero aún esa distinción fue adulterada. Pero negar la misma existencia de dicha distinción y hacer del símbolo del vampiro ni bueno ni malo, sino tergiversándolo, y así caer en un relativismo moral y literario, la historia de Crepúsculo apesta.

«Harry Potter es acerca de confrontar los miedos encontrando fuerza interior y haciendo lo que es correcto para enfrentar a la adversidad. Crepúsculo trata sobre la importancia de tener novio. – Stephen King

No todo esta perdido, J.K. Rowling – en términos generales – se adhirió a sus armas y escribió una historia cristiana. Y todavía subsiste la feliz verdad que una sola hoja de El Señor de los Anillos tendrá mas peso espiritual y moral que todos los libros de Paolini arrojados desde lo alto directamente a tu rostro. Nadie en su sano juicio se preguntaría ¿Qué haría Eragon? cuando surgen los desafíos de la vida pero sin duda sería un hombre cuerdo quien utilizara el ejemplo de Aragorn. El punto simplemente es este: Si el relativismo nos entrega Crepúsculo, entonces me niego a creer en él. Porque si cualquier obra de arte se encuentra ajena a la experiencia humana, es probable que sus bases filosóficas no tengan lugar en la humanidad.

Original: http://www.patheos.com/blogs/badcatholic/2012/01/why-twilight-sucks.html

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