» Baúl de autor » Germán Mazuelo

Reforma de Caritas Internationalis

El proceso de reforma de Caritas Internationalis ha llegado recientemente a su concreción tras largos años de crisis en los ámbitos doctrinal, jurídico y económico. Han sido promulgados sus nuevos Estatutos y Reglamento Interno a los que acompaña un Decreto General rubricado por el secretario de Estado de la Santa Sede cardenal Tarcisio Bertone.

A inicios de 2011, a fin de fortalecer la identidad católica de Caritas, la Santa Sede había vetado la reelección de la señora Lesley-Anne Knight como Secretaria General de Caritas Internationalis, determinación transmitida a las conferencias episcopales de todo el mundo por el cardenal secretario de Estado Tarsicio Bertone.

Ha sido lamentable que en un período cercano, en casos concretos, se denunciaron desvíos y mala utilización de los recursos de Caritas, por funcionarios que los emplearon para su provecho personal, y asimismo para el financiamiento de campañas políticas. Recursos que no fueron debidamente empleados en el marco del espíritu eclesial.

Se perfilan ya desde las primeras líneas del articulado de las nuevas constituciones institucionales de Caritas Internationalislas responsabilidades de los dicasterios de referencia, estableciendo y reforzando el papel de Cor Unum, el Pontificio Consejo que sigue su actividad institucional, como encargado de las obras de caridad de la Iglesia.

¿Qué es Caritas? ¿Cuál su naturaleza? «El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también para toda la comunidad eclesial, y esto en todas sus dimensiones: desde la comunidad local a la Iglesia particular, hasta abarcar a la Iglesia universal en su totalidad» (Benedicto XVI, Deus Caritas est, nº. 20).

El cristianismo no es una ideología, no es un simple sistema de verdades y normas, la fe cristiana es ante todo una experiencia; consiste en haber encontrado el amor de Cristo y seguir ahondando constantemente en ese mar que no tiene orillas ni fondo.

La caridad fue un elemento fundamental dentro de la acción evangelizadora de la Iglesia desde sus orígenes, la vida de la comunidad cristiana se ha caracterizado por el ejercicio activo de la caridad, expresada de modo particular en la atención a los pobres y a los débiles (cf. Hch 2, 42-47).

En ese espíritu, desde hace casi dos siglos, un sacerdote alemán de miras anchas, el prelado Lorenz Werthmann fundó la primigenia Caritas en la ciudad alemana de Friburgo en 1987 desde donde su visionaria obra de caridad se fue difundiendo a todas las diócesis alemanas, y ya en 1916 la Conferencia de obispos alemanes reconocía a la organización como una entidad caritativa a nivel nacional y con el objetivo de asistir a cuantos se encontraban en estado de necesidad.

Hoy en día Caritas está organizada en 162 países en más de 200 países y territorios, dedicada a «combatir la pobreza y la injusticia y es una de más extensas redes de ayuda humanitaria del mundo» a 24 millones de personas. Como punto de partida, Caritas tiene la mira puesta en la erradicación de la pobreza y la desigualdad social.

El Papa Pío XII deseando contar con un organismo regulador en el ámbito de la Iglesia Universal, que conjuncionara las diversas instituciones caritativas con reconocimiento eclesial, a fin de facilitar su mutuo conocimiento, coordinar las diversas obras e iniciativas para su mayor efectividad y en esa perspectiva estrecharla colaboración para verificar la actividad caritativa y social en la esfera mundial, en 1950, reuniendo a 13 miembros fundadores, instituyó dicho organismo como una Confederación de organismos caritativos, por lo general Cáritas nacionales, en comunión con los obispos de las Iglesias particulares y, en particular, con el Sucesor de Pedro, –que en palabras de san Ignacio de Antioquía preside la caridad–, inspirándose para su acción en el Evangelio y en la tradición de la Iglesia, que desde 1957 vino en llamarse Caritas Internationalis, dada su amplia característica internacional precisamente.

El Santo Padre Paulo VI concedió a Caritas personalidad jurídica civil, e instituyó asimismo el Consejo Pontificio «Corunum», «como organismo de la Santa Sede responsable para la orientación y coordinación entre las organizaciones y las actividades caritativas promovidas por la Iglesia católica». El Papa Beato Juan Pablo II otorgó a Caritas la personalidad jurídica canónica pública.

Su Santidad Benedicto XI ya en su primera encíclica «Deus Caritas est», ponía de relieve que la actividad caritativa cristiana desde «las organizaciones caritativas de la Iglesia, comenzando por Cáritas(diocesana, nacional, internacional)… ha de ser independiente de partidos e ideologías. No es un medio para transformar el mundo de manera ideológica y no está al servicio de estrategias mundanas, sino que es la actualización aquí y ahora del amor que el hombre siempre necesita… además, la caridad no ha de ser un medio en función de lo que hoy se considera proselitismo. El amor es gratuito; no se practica para obtener otros objetivos. Pero esto no significa que la acción caritativa deba, por decirlo así, dejar de lado a Dios y a Cristo. Siempre está en juego todo el hombre» (Deus Caritas est, 31).