» Historia de la Iglesia » Padres de la Iglesia » Patrología (II): La edad de oro de la literatura patrística griega » 4. Los Escritores de Antioquía y Siria
Nestorio
Nestorio, de quien ya se ha hablado más arriba (p.121) como adversario de Cirilo de Alejandría y padre de la herejía condenada en Efeso el 431, nació (después del año 381) de padres persas en Germanicia (Syria Euphratensis). Recibió su formación teológica en la escuela de Antioquía y probablemente estudió bajo la dirección de Teodoro de Mopsuestia. Ingresó en el monasterio de San Euprepio, cerca de Antioquía, y, siendo presbítero de la iglesia de Antioquía, adquirió fama de orador (Genadio, De vir. ill. 53). Su gran reputación indujo a Teodosio II a elevarle, el año 428. a la sede de Constantinopla, vacante por muerte de Sisinio, ocurrida el 24 de diciembre del 427, pasando por alto las pretensiones de los candidatos locales. Fue, pues, el segundo antioqueno que alcanzó este elevado puesto que una generación antes ocupara San Juan Crisóstomo. Resolvió inmediatamente reformar la ciudad mediante enérgicas medidas contra los herejes, cismáticos y judíos. Atacó a los arrianos y macedonianos, a los novacianos y cuartodecímanos, perdonando únicamente a los pelagianos, que se habían visto obligados a retirarse del Occidente. Pero muy pronto vino a hacerse sospechoso él mismo, debido a sus disputas y carácter impetuoso. Mientras Crisóstomo se abstuvo de proclamar desde el pulpito la teología de Antioquía, Nestorio, por el contrario, convirtió su cristología en tema favorito de sus sermones; se cree que predicó que hay dos personas separadas en Cristo encarnado y que a la Virgen Santísima no se le puede llamar Theotokos. Ya hemos descrito más arriba (p.122s) la violenta controversia que siguió a la deposición de Nestorio el 22 de junio del 431, por obra del concilio de Efeso, convocado a instigación suya por el emperador Teodosio.
A principios de septiembre del mismo año, Nestorio fue enviado por orden imperial a su monasterio de Antioquía. Vivió allí cuatro años en paz, hasta que el emperador le desterró a Oasis, en Egipto Superior, el año 435. Sobrevivió a Teodosio, es decir, al 28 de julio del 450, pero no se sabe por cuánto tiempo.
Sus Escritos.
Genadio nos informa que Nestorio "compuso muchísimos tratados sobre diversas cuestiones" (De vir. ill. 53). El Catálogo de Ebedjesu (20) confirma esta noticia. Pero de todo ello se ha salvado muy poco, pues el año 435 Teodosio II ordenó que todos sus libros fueran condenados y quemados. Algunos pasaron a manos de los nestorianos siríacos, como dice Ebedjesu; pero la mayor parte de ellos también perecieron. Los fragmentos de sus sermones, cartas y tratados fueron recogidos y editados por F. Loofs en 1905. Después de esta fecha, la primera edición de las obras de Severo de Antioquía, hecha por Lebon y Sanda, ha puesto a nuestra disposición nuevos fragmentos siríacos.
1. Tratados.
1. Bazar de Heráclides de Damasco
El único tratado que se conserva íntegro es el Bazar de Heráclides, obra más bien extensa, compuesta en sus últimos años. Fue descubierta en 1895 en una traducción siríaca que se publicó por primera vez en 1910, de un manuscrito único de la Biblioteca Patriarcal de Kotchanes. Bajo la apariencia de un diálogo con el egipcio Sofronio, Nestorio hace aquí una defensa de su doctrina y una historia de su vida. Critica severamente las decisiones de Efeso y la doctrina de Cirilo de Alejandría y de Dióscoro, pretendiendo que sus propias creencias no se diferencian en nada de las del papa León I y del patriarca Flaviano de Constantinopla; tanto es así, que sería difícil acusarle de herejía voluntaria basándose en este tratado. "Heráclides de Damasco" es un seudónimo que utiliza el desterrado y condenado autor como único medio para que le publiquen su libro. Las últimas líneas contienen un ruego patético pidiendo perdón y caridad. El Bazar es una prueba de que Nestorio sobrevivió a Teodosio, que murió el 28 de julio del 450. Su forma literaria es una prueba en favor de su elocuencia y de su gran fama como orador sagrado. Ha sido esta obra la que ha movido a muchos sabios, como Harnack, Loofs, Fendt, Ficker, Bethune-Baker, Duchesne y Rucker, a revisar la opinión tradicional respecto de Nestorio, si bien su persona y su doctrina siguen planteando un problema. Su doctrina la hemos discutido nosotros más arriba (p.121ss).
2. Los Doce Contra anatematismos.
Estos "Contraanatematismos," con los que se cree que replicó Nestorio a los doce anatematismos de Cirilo (cf. supra, p.139), se conservan en una traducción latina. Aunque se le han atribuido durante algún tiempo al desgraciado patriarca de Constantinopla, en realidad no los escribió él, sino que son obra muy posterior a su muerte, como lo probó E. Schwartz en 1922. Tampoco se puede atribuir la versión latina a Mario Mercator, porque hay pruebas suficientes para afirmar que la traducción es muy posterior a él.
3. Tragedia
Entre los fragmentos recocidos por Loofs hay algunos pasajes de una obra titulada Tragedia (Τραγωδία), donde parece que Nestorio hizo una presentaciσn completa de su caso. Loofs piensa que la compuso en los cuatro años (431-435) que pasó en el monasterio cercano a Antioquía después del concilio de Efeso y antes de su destierro a Egipto. Lo que queda está en griego, latín y siríaco.
4. Theopaschitas
Se conservan unos pocos fragmentos siríacos de su Theopaschitas, una refutación de Cirilo de Alejandría en forma de diálogo. El título se refiere a Cirilo, pues Nestorio le acusa de hacer sufrir a Dios en Cristo.
2. Sermones.
Como Νestorio predicσcon mucho éxito en Antioquía y Constantinopla durante cerca de veintitrés años, tuvo que haber un número considerable de sermones antes de que se entregaran a las llamas el año 435. El propio Nestorio envió algunos al papa Celestino, como hizo también Cirilo de Alejandría. Los nestorianos divulgaron sus sermones en los siglos V y VI. Cuatro sermones que se han salvado con el nombre de Crisóstomo pertenecen a Nestorio; así lo han demostrado de uno de ellos sobre Hebr 3,1 Loofs y Haidacher, y de los otros tres, sobre la tentación de Cristo (del Codex Paris. Gr. 797), su editor F. Nau. C. Baur editó recientemente del Codex Berolinensis 77 (Phillips 1481, s.XII) tres homilías, una sobre Pascua, dos sobre la Ascensión, atribuidas a Crisóstomo, pero cuyo lenguaje, estilo e ideas las colocan decididamente en la época de la controversia nestoriana. Hay razones para creer que es Nestorio el autor de la segunda. Queda la posibilidad de que haya más obras suyas ocultas entre los escritos de otros autores. La colección de Loofs comprende treinta piezas, diez más o menos completas, nueve en una traducción de Mario Mercator, cinco cristológicas y cuatro antipelagianas.
3. Cartas.
De las quince cartas que registra Loofs, diez aparecen completas o virtualmente completas. De estas diez, tres se conservan en griego en las Acta Ephesina Graeca, dos a Cirilo de Alejandría (cf. supra, p.122) y una a Teodosio II. El resto ha llegado hasta nosotros en latín o siríaco solamente. Las que se conservan en latín son: dos al papa Celestino I en los Acta Ephesina Latina; otras dos al mismo Papa y una tercera al pelagiano Celestino, en una versión de Mario Mercator; una a Teodoreto de Ciro en la Collectio Cassiniensis 209 (Acta Concil. ed. E. schwartz, t.1 vol.4,150s), de la cual Loofs sólo publica los fragmentos siríacos. E. W. Brooks y F. Nau editaron la traducción siríaca de una interesante carta al pueblo de Constantinopla escrita en los últimos años de Nestorio.
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