Joseph Conrad

La vida de Józef Teodor Konrad Korzeniowski de Nalecz, más conocido por su seudónimo, Joseph Conrad, fue bastante particular. Nacido en Polonia en 1857, en un territorio que actualmente pertenece a Ucrania, fue educado bajo la ocupación rusa de su país natal. De allí que años después manejara el ruso casi como una lengua materna, junto con un buen dominio de otros idiomas como el francés y el inglés, además, por supuesto, del polaco.

Aunque parezca increíble, Conrad es considerado uno de los grandes novelistas ingleses, aunque hasta los veintiún años no supo ni una palabra del idioma de su patria adoptiva. La ausencia prematura de sus padres hizo que entrara en escena su tío, quien fue su verdadero educador.

A los diecisiete años se enroló en la marina francesa, y a partir de allí, disfrutó de su gran pasión: el mar. Fruto de este gusto, amante de las aventuras, Conrad escribió muchas de sus novelas ambientadas en este contexto, como por ejemplo, «La línea de sombra». Obtuvo la nacionalidad británica en 1884.

Desde pequeño soñó siempre con visitar y conocer Africa, sueño que concretó en 1889 cuando visitó el Congo. Allí vio las atrocidades de los colonos con los nativos y fue fuente de inspiración no sólo para fomentar la independencia de ese país, sino para escribir acerca de ello otra novela, «El corazón de las tinieblas».

En el amor, la pasó mal. Quiso suicidarse cuando una dama a la que amaba apasionadamente decidió no darle espacio en su corazón. El intento resultó, lógicamente, fallido. Fue su corazón el que falló en el año 1924, provocándole la muerte.

En sus novelas, hay siempre un claro mensaje, a veces explícito y otras no tanto: la lucha interna del hombre entre el bien y el mal, entre lo que se debe hacer y lo que no. La oscuridad como símbolo de desconcierto, y el mar y la luz como la libertad y el bien.

Su mismo sufrimiento fue espejo de su pensamiento: sobrellevó durante gran parte de su vida su enfermedad, la gota, que le causaba espantosos dolores. Pero también, luego de que se casó, cargó con otro sufrimiento más, el de la parálisis de su mujer.

Su trabajo influyó mucho en la literatura moderna, y fue reconocido por renombrados escritores como Henry James, Stephen Crane y Ford Madox Ford, entre otros.

Recomendamos de Joseph Conrad

1. El agente secreto: novela ambientada en Londres que narra la historia de unos anarquistas y sus actividades en esa ciudad, a principios del siglo XX.
2. El corazón de las tinieblas: Inspirada en su viaje al Congo, narra la corruptibilidad humana en relación a la esclavitud y a la explotación.

Por Mariano Martín Castagneto