Roald Dahl
Este reconocido escritor nacido en Gales en 1916 fue un prolífico autor de obras dirigidas al público infantil, aunque también escribió para el público adulto, sobre todo en épocas en las que necesitaba el dinero y escribía guiones para sobrevivir.
Dahl tuvo una vida bastante aventurera y sufrida. Cuando sólo tenía 3 años, murió su hermana mayor de apendicitis, y semanas más tarde, fue su padre quien partió. La madre, de nacionalidad noruega al igual que su padre, decidió permanecer en Gran Bretaña para completar la educación de su hijo, pese a tener a todos sus parientes en el país nórdico.
De chico, hubo un hecho que sirvió de inspiración para su famoso libro «Charlie y la fábrica de chocolate», recientemente llevada al cine. La fábrica de chocolates Cadbury enviaba regularmente sus productos para que los escolares probaran y degustaran las novedades dulces. Es en esos momentos cuando Roald sueña una y otra vez con ser capaz de inventar el chocolate mas rico de todos los tiempos y presentárselo al director de la fábrica para su aprobación.
La vida joven de este escritor estuvo marcada por su dedicación a la aviación. Fue piloto de aviones de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, hasta que cayó con su avión en tierra africana por un accidente. Perdió la vista por un tiempo y estuvo postrado varios meses, luego de los cuales, pese a la recomendación de los médicos, volvió a volar.
Estuvo casado treinta años con una actriz norteamericana, Patricia Neal, con quien tuvo cinco hijos, uno de los cuales murió y otro nació con hidrocefalia, el único hijo varón. A partir de este lamentable suceso, Dahl se convirtió en uno de los impulsores de una máquina para aliviar esa dolencia.
Sus escritos se caracterizaron por el humor negro, aún en los relatos infantiles. Fue calificado durante mucho tiempo de antisemita por algunas de sus líneas. Quentin Tarantino, el famoso director de cine, se inspiró en uno de sus escritos para rodar la película Cuatro habitaciones, en 1995.
Roald Dahl murió de lecucemia en 1990, cuando tenía 74 años. Hoy se lo recuerda por su compromiso en los campos de la neurología, la hematología y la alfabetización, labor que continúa en manos de la Roald Dahl Foundation.
Recomendamos de Roal Dahl:
- Charlie y la fábrica de chocolate: Llevada al cine al menos un par de veces, esta novela cuenta la historia de un niño que gana un concurso para visitar una increíble fábrica de chocolate en su ciudad.
- Volando solo: Esta obra es una especie de autobiografía en la que cuenta sus peripecias a bordo de los aviones que piloteó y sus experiencias de vida en general.
Por Mariano Martín Castagneto
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