Juan Pablo II
En conoZe.com hay 452 documentos de Juan Pablo II.
- 1. La Iglesia, Pueblo de Dios radicado en todas las naciones de la tierra
- 1. Llena de gracia
- 1. María, Esclava del Señor
- 1. Motivo del Jubileo del año dos mil: Cristo que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
- 1. Pecado, justicia y juicio
- 1. Promesa y revelación de Jesús durante la Cena pascual
- 2. El camino de la Iglesia y la unidad de todos los cristianos
- 2. El testimonio del día de Pentecostés
- 2. Feliz la que ha creído
- 2. María en la vida de la Iglesia y de cada cristiano
- 2. Motivo del Jubileo: se ha manifestado la gracia
- 2. Padre, Hijo y Espíritu Santo
- 3. Ahí tienes a tu madre
- 3. El Espíritu Santo en el drama interno del hombre: la carne tiene apetencias contrarias al espíritu y el espíritu contrarias a la carne
- 3. El Magníficat de la Iglesia en camino
- 3. EL sentido del Año Mariano
- 3. El testimonio del principio: la realidad originaria del pecado
- 3. La donación salvífica de Dios por el Espíritu Santo
- 4. El Espíritu que transforma el sufrimiento en amor salvífico
- 4. El Espíritu Santo fortalece el «hombre interior»
- 4. El Mesías ungido con el Espíritu Santo
- 5. Jesús de Nazaret «elevado» por el Espíritu Santo
- 5. La Iglesia sacramento de la unión intima con Dios
- 5. «La sangre que purifica la conciencia»
- 6. Cristo resucitado dice: «Recibid el Espíritu Santo»
- 6. El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!»
- 6. El pecado contra el Espíritu Santo
- 7. El Espíritu Santo y la era de la Iglesia
- A todos los pueblos, no obstante las dificultades
- Acogida de los resultados alcanzados
- Amar a la Iglesia y a los hombres como Jesús los ha amado
- Ámbitos de la misión «ad gentes»
- Animación y formación del Pueblo de Dios
- Aportación de la Iglesia católica en la búsqueda de la unidad de los cristianos
- Apreciar los bienes presentes en los otros cristianos
- Caminando en busca de la verdad
- Caminar en la luz (cf. 1 Jn 1, 7)
- Capítulo I.- &Quot;Maestro, ¿Qué he de hacer de Bueno .....?&Quot; (Mt 19,16)
- Capítulo I.- Confessio Trinitatis: En la fuentes Critológico-Trinitarias de la Vida Consagrada
- Capítulo I.- El Contexto de Asia
- Capítulo I.- El Encuentro con Jesucristo Vivo
- Capítulo I.- Jesucristo es nuestra Esperanza
- Capítulo I.- Jesucristo Único Salvador
- Capítulo I.- La Revelación de la Sabiduría de Dios
- Capítulo I.- La Sangre de tu hermano clama a mi desde el Suelo
- Capítulo I.- Misterio de la Fe
- Capítulo I.- Misterio y Ministerio del Obispo
- Capítulo I.- Tomado de entre los hombres
- Capítulo I.- Un momento eclesial histórico
- Capítulo I.- Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
- Capítulo II.- &Quot;No os Conformeis a la mentalidad de este Mundo&Quot; (Rom 12,2)
- Capítulo II.- Credo Ut Intellegam
- Capítulo II.- El Evangelio de la Esperanza confiado a la iglesia del nuevo milenio
- Capítulo II.- El Reino de Dios
- Capítulo II.- En encuentro con Jesucristo en el hoy de América
- Capítulo II.- He venido para que tengan vida
- Capítulo II.- Jesús Salvador: un Don para Asia
- Capítulo II.- La Eucaristía Edifica la Iglesia
- Capítulo II.- La Iglesia en África
- Capítulo II.- La Vida Espiritual del Obispo
- Capítulo II.- Me ha ungido y me ha enviado
- Capítulo II.- Sarmientos todos de la única vid
- Capítulo II.- Signum Fraternitatis: La Vida Consagrada signo de Comunión en la Iglesia
- Capítulo III.- &Quot;Para no desvirtuar la Cruz de Cristo&Quot; (1 Cor 1,17)
- Capítulo III.- Anunciar el Evangelio de la Esperanza
- Capítulo III.- Apostolicidad de la Eucaristía y de la Iglesia
- Capítulo III.- Camino de Conversión
- Capítulo III.- El Espíritu del Señor está sobre mí
- Capítulo III.- El Espíritu Santo protagonista de la Misión
- Capítulo III.- El Espíritu Santo: Señor y Dador de Vida
- Capítulo III.- Evangelización e Inculturación
- Capítulo III.- Intellego Ut Credam
- Capítulo III.- Maestro de la Fe y Heraldo de la Palabra
- Capítulo III.- No Mataras
- Capítulo III.- Os he destinado para que vayáis y deis fruto
- Capítulo III.- Servitium Caritatis: La Vida Consagrada Epifanía del Amor de Dios en el Mundo
- Capítulo IV.- A mi me lo hicisteis
- Capítulo IV.- Camino para la Comunión
- Capítulo IV.- Celebrar el Evangelio de la Esperanza
- Capítulo IV.- En la Perspectiva del Tercer Milenio Cristiano
- Capítulo IV.- Eucaristía y Comunión Eclesial
- Capítulo IV.- Jesús Salvador: Proclamar el Don
- Capítulo IV.- Los inmensos horizontes de la Misión Ad Gentes
- Capítulo IV.- Los obreros de la viña del Señor
- Capítulo IV.- Ministro de la Gracia del Supremo Sacerdocio
- Capítulo IV.- Relación entre la Fe y la Razón
- Capítulo IV.- Venid y lo veréis
- Capítulo Primero.- El Misterio del Pecado
- Capítulo Primero.- Medios y Vías para lapromoción de la Penitencia y de la Reconciliación
- Capítulo Primero.- Una Parábola de la Reconciliación
- Capítulo Segundo.- A las Fuentes de la Reconciliación
- Capítulo Segundo.- El Sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación
- Capítulo Segundo.- «Mysterium Pietatis»
- Capítulo Tercero.- La Iniciativa de Dios y el Ministerio de la Iglesia
- Capítulo V.- «Seréis mis Testigos» en África
- Capítulo V.- Camino para la Solidaridad
- Capítulo V.- Comunión y Diálogo para la Misión
- Capítulo V.- Decoro de la Celebración Eucarística
- Capítulo V.- Gobierno Pastoral del Obispo
- Capítulo V.- Instituyó doce para que estuvieran con Él
- Capítulo V.- Intervenciones del Magisterio en Cuestiones Filosóficas
- Capítulo V.- Los Caminos de la Misión
- Capítulo V.- Para que déis más fruto
- Capítulo V.- Servir al Evangelio de la Esperanza
- Capítulo VI.- Edificar el Reino de Dios
- Capítulo VI.- El Evangelio de la Esperanza para una Nueva Europa
- Capítulo VI.- El Servicio de la Promoción Humana
- Capítulo VI.- En la Comunión de las Iglesias
- Capítulo VI.- En la Escuela de María, Mujer «Eucarística»
- Capítulo VI.- Interacción entre Teología y Filosofía
- Capítulo VI.- La Misión de la Iglesia Hoy en América: la Nueva Evangelización
- Capítulo VI.- Responsables y Agentes de la Pastoral Misionera
- Capítulo VI.- Te recomiendo que reavives el carisma de Dios que está en ti
- Capítulo VII.- «Seréis mis Testigos hasta los Confines de la Tierra»
- Capítulo VII.- El Obispo Ante los Retos Actuales
- Capítulo VII.- Exigencias y Cometidos Actuales
- Capítulo VII.- La Cooperación en la Actividad Misionera
- Capítulo VII.- Testigos del Evangelio
- Capítulo VIII.- Espiritualidad Misionera
- Características y exigencias del Reino
- Catechesi Tradendae
- Centesimus annus
- Christifideles Laici
- Colaboraciones realizadas
- Cometidos actuales de la teología
- Comunión misionera
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión
- Conclusión.- Consagración a María
- Congregación para la Evangelización de los Pueblos y otras estructuras para la actividad misionera
- Continuar el ecumenismo espiritual y testimoniar la santidad
- Continuar intensificando el diálogo
- Convergencias en la palabra de Dios y en el culto divino
- Conversión y bautismo
- Crecimiento de la comunión
- Cristo hace presente el Reino
- Cristo y la respuesta a la pregunta moral
- Cuarta Parte.- Pastoral familiar: tiempos, estructuras, agentes y situaciones
- Dejarse guiar por el Espíritu
- Del "MENSAJE" de Su Santidad JUAN PABLO II a la Asamblea Plenaria de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
- Deseo consulsivo
- Diálogo como examen de conciencia
- Diálogo con las otras Iglesias y Comunidades eclesiales en Occidente
- Diálogo ecuménico
- Diálogo para resolver las divergencias
- Diferentes estados de la filosofía
- Dios prepara una nueva primavera del Evangelio
- Dirigir la atención hacia el Sur y hacia el Oriente
- Diversas facetas de la verdad en el hombre
- Dives in misericordia
- Dominum et vivificantem
- Ecclesia de Eucharistia
- Ecclesia in Africa
- Ecclesia in America
- Ecclesia in Asia
- Ecclesia in Europa
- El bien moral para la vida de la iglesia y del mundo
- El camino ecuménico: camino de la Iglesia
- El designio de Dios y la comunión
- El diálogo con las Iglesias de Oriente
- El diálogo con los hermanos de otras religiones
- El discernimiento del Magisterio como diaconía de la verdad
- El drama de la separación entre fe y razón
- El envío «hasta los confines de la tierra» (Act1, 8)
- El Espíritu está presente operante en todo tiempo y lugar
- El Espíritu guía la misión
- El Espíritu hace misionera a toda la Iglesia
- El interés de la Iglesia por la filosofía
- El martirio, exaltación de la santidad inviolable de la ley de Dios
- El ministerio de unidad del Obispo de Roma
- El misterio de la Iglesia-Comunión
- El primer anuncio de Cristo Salvador
- El Reino con relación a Cristo y a la Iglesia
- El servicio de los teólogos moralistas
- El verdadero misionero es el santo
- En comunión con todos los Obispos del mundo
- En el Resucitado, llega a su cumplimiento y es proclamado el Reino de Dios
- Encarnar el Evangelio en las culturas de los pueblos
- Enseñar lo que es conforme a la sana doctrina (cf. Tt 2, 1)
- Estados de vida y vocaciones
- Estructuras locales de diálogo
- Etapas más significativas en el encuentro entre la fe y la razón
- Evangelium vitae
- Exhortación
- Exigencias irrenunciables de la palabra de Dios
- Familiaris Consortio
- Fecundidad misionera de la consagración
- Fidelidad a Cristo y promoción de la libertad del hombre
- Fides et ratio
- Formación de Iglesias locales
- Formas de participación en la vida de la Iglesia
- Gracia y obediencia a la ley de Dios
- I. La libertad y la ley
- I.- Agentes de la evangelización
- I.- Breve historia de la evangelización en el continente
- I.- Dimensiones de la Formación Sacerdotal
- I.- El Amor hasta el extremo
- I.- El compromiso Ecumenico de la Iglesia Católica
- I.- El Marco Evangélico
- I.- Factores preocupantes
- I.- Formación de Una Comunidad de Personas
- I.- Herencia
- I.- Introducción
- I.- Introducción
- I.- Introducción
- I.- Los desafíos actuales
- I.- Para alabanza de la Trinidad
- I.- Quien me ve a Mi, ve al Padre (Cfr. Jn 14, 9)
- I.- Rasgos Caracteristicos de la Rerum Novarum
- I.- Saludo
- I.- Tenemos un solo Maestro:Jesucristo
- I.- Tiempos de la Pastoral Familiar
- I.- Valores permanentes
- Iglesias hermanas
- II. Conciencia y verdad
- II.- Ambientes propios de la Formación Sacerdotal
- II.- Comunicar la buena nueva
- II.- Continuidad en la obra del Espíritu: Fidelidad en la Novedad
- II.- El Depositario del Misterio de Dios
- II.- El Misterio de la Redención
- II.- El Trabajo y el Hombre
- II.- Entre la Pascua y la Culminación
- II.- Estructuras de la Pastoral Familiar
- II.- Estructuras para la evangelización
- II.- Frutos del diálogo
- II.- Hacia Las &Quot;Cosas Nuevas&Quot; de Hoy
- II.- La familia
- II.- Mensaje Mesiánico
- II.- Novedad de la Encíclica Populorum Progressio
- II.- Problemas actuales de la Iglesia en África
- II.- Referencia Biográfica
- II.- Servicio a la Vida
- II.- Un testimonio profético ante los grandes retos
- II.- Una experiencia tan antigua como la Iglesia
- II.- Vocación
- III. La elección fundamental y los comportamientos concretos
- III.- Agentes de la Pastoral Familiar
- III.- Algunos areópagos de la misión
- III.- Conflicto entre trabajo y capital en la presente fase histórica
- III.- Consagración
- III.- El Antiguo Testamento
- III.- El Año 1989
- III.- El Hombre Redimido y su situación en el Mundo Contemporáneo
- III.- El Varón Justo - el Esposo
- III.- En la Iglesia y para la Iglesia
- III.- Formación de los agentes de la evangelización
- III.- Heraldos del Evangelio
- III.- La Catequesis en la actividad Pastoral y Misionera de la Iglesia
- III.- Mirando hacia el futuro
- III.- Panorama del Mundo Contemporáneo
- III.- Participación en el Desarrollo de la Sociedad
- III.- Protagonistas de la Formación Sacerdotal
- III.- Quanta Est Nobis Via?
- Importancia fundamental de la doctrina
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción
- Introducción.- «Conócete a Ti Mismo»
- IV. Comprometidos en el diálogo con todos
- IV. El acto moral
- IV. Guiados por el Espiritu de Santidad
- IV.- Consejos Evangélicos
- IV.- Derechos de los Hombres del Trabajo
- IV.- El Autentico Desarrollo Humano
- IV.- El trabajo expresión del Amor
- IV.- Implantaron la Iglesia de Dios
- IV.- La Misión de la Iglesia y la suerte del Hombre
- IV.- La Parábola del Hijo Prodigo
- IV.- La pastoral familiar en los casos difíciles
- IV.- La Propiedad Privada y el destino universal de los bienes
- IV.- Participación en la Vida y Misión de la Iglesia
- IV.- Toda la buena nueva brota de la fuente
- IX.- La tarea nos concierne a todos
- Jesucristo, luz verdadera que ilumina a todo hombre
- Jesús revela al Padre
- Jóvenes, niños, ancianos
- La actividad misionera está aún en sus comienzos
- La Caridad, fuente y criterio de la misión
- La ciencia de la fe y las exigencias de la razón filosófica
- La colaboración práctica
- La comunión de todas las Iglesias particulares con la Iglesia de Roma: condición necesaria para la unidad
- La fe en Cristo es una propuesta a la libertad del hombre
- La fraternidad reencontrada
- La Iglesia al servicio del Reino
- La iglesia y el discernimiento de algunas tendencias de la teologia moral actual
- La Iglesia, signo e instrumento de salvación
- La misión «ad gentes» conserva su valor
- La moral y la renovación de la vida social y política
- La obra de los catequistas y la variedad de los ministerios
- La participación de los fieles laicos en la vida de la Iglesia
- La primera forma de evangelización es el testimonio
- La razón ante el misterio
- La responsabilidad primaria de las Obras Misionales Pontificias
- La salvación es ofrecida a todos los hombres
- La solidaridad al servicio de la humanidad
- La teología indígena, otra versión del marxismo
- La variedad de las vocaciones
- Laborem exercens
- Las normas morales universales e inmutables al servicio de la persona y de la sociedad
- Las «comunidades eclesiales de base» fuerza evangelizadora
- Los enfermos y los que sufren
- Los ministerios y los carismas, dones del Espíritu a la Iglesia
- Los primeros responsables de la actividad misionera
- María Madre de misericordia
- Misericordia Dei
- Misioneros e Institutos «ad gentes»
- Moral y nueva evangelización
- Mujeres y hombres
- No sólo dar a la misión, sino también recibir
- Novedad perenne del pensamiento de santo Tomás de Aquino
- Nuestras responsabilidades como pastores
- Nuevas amenazas a la vida humana
- Nuevas formas de cooperación misionera
- Objeto de la presente encíclica
- Oración y sacrificios por los misioneros
- Parte I.- El Espíritu del Padre y del Hijo, dado a la Iglesia
- Parte I.- María en el Misterio de Cristo
- Parte II.- El Espíritu que convence al mundo en lo referente al Pecado
- Parte II.- La Madre de Dios en el centro de la Iglesia Peregrina
- Parte III.- El Espíritu que da la Vida
- Parte III.- Mediación Materna
- Pastores Dabo Vobis
- Pastores Gregis
- Plena unidad y evangelización
- Primacía de la oración
- Primera Parte.- Conversión y Reconciliación tarea y empeño de la Iglesia
- Primera Parte.- Luces y Sombras de la Familia en la Actualidad
- Proemio.- Origen y Significado del Documento
- Progresos del diálogo
- Promover el desarrollo, educando las conciencias
- Reanudación de contactos
- Reconciliatio et Paenitentia
- Redemptionis Donum
- Redemptor hominis
- Redemptoris Custos
- Redemptoris Mater
- Redemptoris missio
- Relaciones con las antiguas Iglesias de Oriente
- Relaciones eclesiales
- Renovación y conversión
- Sacerdotes diocesanos para la misión universal
- Segunda Parte.- El Amor más grande que el Pecado
- Segunda Parte.- El Designio de Dios Sobre el Matrimonio y la Familia
- Slavorum apostoli
- Sollicitudo rei socialis
- Tercera Parte.- La Pastoral de la Penitencia y de la Reconciliación
- Tercera Parte.- Misión de la Familia Cristiana
- Todos los laicos son misioneros en virtud del bautismo
- Un marco religioso, complejo y en movimiento
- Ut unum sint
- V.- Castidad - Pobreza - Obediencia
- V.- El Misterio Pascual
- V.- El Primado de la Vida Interior
- V.- Elementos para una Espiritualidad del Trabajo
- V.- Estado y Cultura
- V.- Sentido Católico de la Iglesia
- V.- Todos tienen necesidad de la Catequesis
- V.- Una lectura teológica de los Problemas Modernos
- Valor incomparable de la persona humana
- Veritatis splendor
- VI.- Algunas orientaciones particulares
- VI.- Amor a la Iglesia
- VI.- El Hombre es el Camino de la Iglesia
- VI.- Evangelio y Cultura
- VI.- Métodos y medios de la Catequesis
- VI.- Patrono de la Iglesia de Nuestro Tiempo
- VI.- «Misericordia... de Generación en Generación»
- VII.- Cómo dar la Catequesis
- VII.- Conclusión
- VII.- Conclusión
- VII.- La Misericordia de Dios en la Misión de la Iglesia
- VII.- Significado e Irradiación del Milenio Cristiano en el Mundo Eslavo
- VIII.- Conclusión
- VIII.- La alegría de la fe en un mundo difícil
- VIII.- Oración de la Iglesia de Nuestros Tiempos
- Vita Consecrata
- Vivir el Evangelio sirviendo a la persona y a la sociedad
- Vivir el misterio de Cristo «enviado»
- «A cada uno pediré cuentas de la vida de su hermano» (Gn 9, 5): veneración y amor por la vida de todos
- «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Lc 10, 27): «promueve» la vida
- «Caín se lanzó contra su hermano Abel y lo mató» (Gn 4, 8): raíz de la violencia contra la vida
- «Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (Jn 8, 32)
- «El Dragón se detuvo delante de la Mujer... para devorar a su Hijo en cuanto lo diera a luz» (Ap 12, 4): la vida amenazada por las fuerzas del mal
- «El nombre de Jesús ha restablecido a este hombre» (cf. Hch 3, 16): en la precariedad de la existencia humana Jesús lleva a término el sentido de la vida
- «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres» (Hch 5, 29): ley civil y ley moral
- «He aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 20)
- «He de esconderme de tu presencia» (Gn 4, 14): eclipse del sentido de Dios y del hombre
- «Heme aquí, Señor, estoy dispuesto, envíame» (cf. Is 6, 8)
- «La herencia del Señor son los hijos, recompensa el fruto de las entrañas» (Sal 127 126, 3): la familia «santuario de la vida»
- «La sabiduría todo lo sabe y entiende» (Sb 9, 11)
- «La Vida se manifestó, y nosotros la hemos visto» (1 Jn 1, 2): la mirada dirigida a Cristo, «Palabra de vida»
- «Llamados... a reproducir la imagen de su Hijo» (Rm 8, 28–29): la gloria de Dios resplandece en el rostro del hombre
- «Lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos» (1 Jn 1, 3):anunciar el Evangelio de la vida
- «Maestro, ¿qué he de hacer de bueno para conseguir la vida eterna?» (Mt 19, 16)
- «Mayor felicidad hay en dar que en recibir» (Act 20, 35)
- «Mi embrión tus ojos lo veían» (Sal 139 138, 16): el delito abominable del aborto
- «Mi fortaleza y mi canción es el Señor. El es mi salvación» (Ex 15, 2): la vida es siempre un bien
- «Mirarán al que atravesaron» (Jn 19, 37): en el árbol de la Cruz se cumple el Evangelio de la vida
- «Nadie va al Padre sino por mí» (Jn 14, 6)
- «No habrá ya muerte» (Ap 21, 4): esplendor de la resurrección
- «Nosotros no podemos menos de hablar» (Act 4, 20)
- «Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo» (1 Jn 1, 4): el Evangelio de la vida es para la ciudad de los hombres
- «Os habéis acercado a la sangre de la aspersión» (cf. Hb 12, 22.24): signos de esperanza y llamada al compromiso
- «Para Dios todo es posible» (Mt 19, 26)
- «Para ser libres nos libertó Cristo» (Ga 5, 1)
- «Pediré cuentas de la vida del hombre al hombre» (cf. Gn 9, 5): la vida humana es sagrada e inviolable
- «Porque tú mis vísceras has formado» (Sal 139 138, 13): la dignidad del niño aún no nacido
- «Se le acercó uno...» (Mt 19, 16)
- «Sed fecundos y multiplicaos, y henchid la tierra y sometedla» (Gn 1, 28): responsabilidades del hombre ante la vida
- «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19, 17)
- «Si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos» (Mt 19, 17): Evangelio y mandamiento
- «Si quieres ser perfecto» (Mt 19, 21)
- «Te doy gracias por tantas maravillas: prodigio soy» (Sal 139 138, 14): celebrar el Evangelio de la vida
- «Todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás» (Jn 11, 26): el don de la vida eterna
- «Todos los que la guardan alcanzarán la vida» (Ba 4, 1): de la Ley del Sinaí al don del Espíritu
- «Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer vestida del sol» (Ap 12, 1): la maternidad de María y de la Iglesia
- «Uno solo es el Bueno» (Mt 19, 17)
- «Ven, y sígueme» (Mt 19, 21)
- «Vosotros sois el pueblo adquirido por Dios para anunciar sus alabanzas» (cf. 1 P 2, 9): el pueblo de la vida y para la vida
- «Yo doy la muerte y doy la vida» (Dt 32, 39): el drama de la eutanasia
- «¡Tengo fe, aún cuando digo: "Muy desdichado soy"!» (Sal 116 115, 10): la vida en la vejez y en el sufrimiento
- «¿Qué has hecho?» (Gn 4, 10): eclipse del valor de la vida
- «¿Soy acaso yo el guarda de mi hermano?» (Gn 4, 9): una idea perversa de libertad
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Una editorial que desea ser católica. En ese sentido, las palabras vita brevis remiten a la comprensión cristiana de la existencia, para la cual esta vida terrena mira necesariamente hacia la vida eterna. Deseamos que nuestros libros lleven de alguna forma hacia esa vida eterna, ya sea con el deseo, la doctrina, el conocimiento o la imaginación. A fin de cuentas, la finalidad última de nuestro trabajo es la que expresa otra frase latina que incluimos en la última página de todos nuestros libros: Laus Deo, Virginique Matri.